Translate

domingo, 18 de enero de 2015

Verano del 2014, un diario de viaje SW

Cuando pensaba que las vacaciones de invierno 2014, serían unas vacaciones de una pareja ya mas seria, adulta y madura, que dedicaríamos nuestras estadías a levantarnos antes de la 1 de la tarde y tomar uno de esos City Tour en que la gente va con sus sombreritos y cámaras en el segundo piso de un bus, generalmente rojo, por diversas plazas y lugares que algún guía se le ocurrió que eran interesantes de mirar, y que nos sacaríamos de aquellas fotografías en que posaría mi brazo por sobre el hombro de la señorita K con la imagen de algún Volcán o de alguna cosa inerte atrás mirando fijamente a la cámara con una sonrisa maravillosa, es en ese precio momento, que uno concluye que la madurez es un concepto propio de las frutas que alguien malamente extrapoló a un momento en el curso de la vida humana en que las personas practica el arte de amargarse la vida.
Esta sensación de madurez que creía alcanzada fue objeto de comentario de la señorita K mientras compartíamos nuestra cena en el vuelo Santiago - Madrid, al pensar en voz alta "seguramente será mas tranquilo este viaje pienso yo", afirmación que no se correspondía con algunos supuestos fácticos, como aquel que hayamos elegido como destino Barcelona, Cap D' Agde e Ibiza, última isla en la que pasaríamos mas de 10 días (no precisamente visitando museos), supuesto que ya hacía caer en desgracia la aspiración inconsciente de un viaje de aquel tipo que practica la gente "madura".
Sin perjuicio de ese supuesto fáctico que la señorita K me hizo notar, se sumó el hecho que de todas las películas que podía elegir esa noche en ese vuelo, me encontraba viendo la película de monitos "Hotel Transilvania", lo que hacía caer aún mas la afirmación de la madurez, en la cual sin perjuicio de lo anterior seguía creyendo firmemente.
Así fueron sucediéndose circunstancia tras circunstancia que hacían predecir que este viaje no sería tan distinto a los realizados anteriormente.
Primera escena que hizo que me diera cuenta que mis predicciones estaban erradas fue vernos el primer día de llegados a Barcelona, luego de una noche de Marcha (carrete) en medio de la plaza Cataluña a las 6 de la mañana buscando con la señorita K un After Hour.
En busca del After Hour
Señorita K, Plaza Cataluña 6 AM, Barcelona
Así las cosas, no quedó mas que admitir aquella realidad intrínseca en la naturaleza de esta pareja Viñamarina y asumir que, al menos por ahora, y solo por ahora, no se encontraba en nuestros planes asumir aquella postura frente a la vida que se asimila a la fruta cuando está blanda y se cae del árbol, ya que blandos no estamos ni nos andamos cayendo, salvo en casos excepcionales de estado de intemperancia etílica manifiesta.
Por supuesto que antes de emprender el viaje ya llevábamos algunos contactos hechos por las clásicas páginas swingers internacionales y sabíamos mas o menos por dónde iba la cosa en la capital de la comunidad autónoma de Cataluña, producto de una acabada investigación tanto web como de amigos que habían estado viviendo en aquel lugar.
Señorita K, contemplativa
Ya después de la primera noche de juerga y estando en proceso de siesta oficial, sin el cual no se puede subsistir luego de la agitada marcha catalana, despierto súbitamente producto de la luz repentina que entra en la habitación del hotel, abro de a poco los ojos y observo que la señorita K se encuentra en la ventana de la pieza, que daba directamente a la plaza Cataluña, contemplando el Sunset. Luego de preguntarle amablemente por qué razón fundada procedió a abrir las Black Out repentinamente lo que ocasionó mi despertar, me respondió que era para pensar dónde podíamos ir esa noche, así las cosas y yo ya despierto, se empezaron a barajar las posibilidades, una era juntarnos previamente con una pareja que teníamos en vista que posiblemente sería de nuestro entero agrado, o bien, aventurarnos a ir solos esa noche a club Oops o Training Pedralbes. Pensando que era viernes y todavía quedaba el sábado por delante preferimos juntarnos con la pareja al día siguiente y ese viernes aventurarnos a alguno de los club sw locales.
No puedo dejar de daros un buen consejo para aquellos que le gusta hurguetear en las noches urbanas, cuando viajen mas de 12 horas hacia el norte, tomando en cuenta que se pierden 4 o 5 horas en el viaje, dependiendo la época del año, siempre es bueno hacerlo un Miércoles, así se llega el jueves listo para la acción y por otro lado, nunca devolverse un domingo: que sueño, que caña; mejor un lunes mas tranquilo y sano.
Nos habían recomendado visitar los dos club anteriormente citados, ambos se encontraban en la parte alta de Barcelona, todo lejos de la zona turística obviamente, así que para discutir previamente dónde iríamos esa noche, una decisión muy importante, ya que no podíamos darnos el lujo de desperdiciar el preciado viernes, que siempre es mejor que los sábados, nos fuimos a la Plaza Real en el Barrio Gótico a tomarnos unas sangrías para pensar mejor. Que buen lugar para una previa de viernes por la noche, no solo por la arquitectura gótica del lugar que nos traslada al siglo XV en plena transición entre el Romanticismo y el Renacimiento,  sino también por el ambiente de esparcimiento multicultural que se vivía, una mezcla cosmopolita y relajada que mas entrada la noche se tornaba eufórica e impredecible, en donde si se ponía atención se podía escuchar hablar una multiplicidad de idiomas, mucho alemán, holandés e italiano, sumado a que era época de las finales del mundial y jugaba alguien con alguien, -los que me conocer sabrán que mi información del fútbol es algo escasa-, todas condiciones que permitían la reflexión sobre temas de trascendencia épica como el que se discutía aquella noche. 
No mas terminado el tercer jarro de sangría, esta vez de cava, pedimos la cuenta para proceder a movilizarnos al club elegido: Training Pedrables, que como su nombre lo indica se encuentra en la zona alta del barrio de Pedrables y que según los comentarios era el mas apropiado para ir un día viernes. Tomamos el Taxi, y emprendimos el trayecto. Al llegar, nos dimos cuenta que era un barrio bastante tranquilo, mas bien residencial, con casas grandes y con una tendencia moderna, a contrario de todo lo que es la zona céntrica de BCN que tiene una arquitectura predominantemente Romántica, pero se veía bonito y tincaba para bueno, Tocamos el timbre de un portón, que no permitía apreciar lo que había en el interior, nos abrieron y nos percatamos de una edificación de 3 pisos, de estilo
Training Pedrables SW Club, BCN
mediterránea, dónde la puerta principal llevaba a una recepción lugar en que nos informaron los precios, condiciones de ingreso y nos encomendaron a una sexy anfitriona quien nos lleva a conocer el lugar, práctica generalizada de los club SW en el mundo, recorrimos por completo el edificio, en la primera planta observamos un sector Lounge con una barra cuadrada, mesas y zona de meeting, al rededor habían algunas habitaciones mas privadas para un número mas reducido de personas, para luego dar paso por un pasillo donde se llegaba a una zona de cine y actividades sexuales, me recordaba mucho a los museos de arte moderno donde hay salas en que ponen cintas de cine en máquinas antiguas en espacios minimalistas y de casi inexistencia de luz, con excepción la que proyecta la máquina, pero ésta era con piso de colchoneta con cojines, almohadas y todo para la comodidad de quienes estaban allí, la sala no era pequeña, era bastante grande y era el lugar donde se hacían la mayoría de las perversiones mundanas del sw. Luego de aquella sala,  a la que volveríamos mas tarde, había una terraza exterior con mas espacios Lounge muy bien terminados dónde al regreso conoceríamos unas parejas interesantes para aquella noche. En el subterráneo había una discoteca con música principalmente electrónica de buena calidad y acorde con las últimas tendencias y modas que se escuchaba ese verano en Europa, lo que nos pareció excelente, ya que es frecuente que en los club la música se descuide un poco y sea un poco desactualizada. 
En el segundo y tercer piso estaban los Lockers una piscina interior, jacuzzi, sauna y zonas de juego, a ese sector se ingresaba solamente desnudo, en el lugar proveían de las toallas necesarias y pantuflas, además de preservativos.
Conocido ya el boliche, nos dirigimos a la terraza exterior del primer piso donde luego de sentarnos con nuestros tragos fuimos llamados por un grupo de tres parejas que estaban cerca de nosotros y nos sentamos a charlar con ellos, haciéndonos amigos de una pareja española francesa muy interesante, con quienes bajamos a la discotec a bailar. La lola andaba bastante bien, pero a la señorita K no le agradaba mucho que el muchacho fuera mas bajo que ella, pero luego del segundo vodka, ese problema quedó reducido a una circunstancia meramente accidental sin trascendencia, así, entrada las copas y avanzada que estaba la noche nos fuimos a la piscina, donde a riesgo de resfrío o amigdalitis, nos lanzamos los cuatro e hicimos una mini fiesta acuática, la temperatura del agua era agradable, la piscina bastante grande y de buena profundidad, estuvimos bastante rato en ese sector del club, para luego secarnos y bajar a la zona del cine donde continuamos la noche sw de viernes hasta las 5 de la mañana, hora en la cual decidimos irnos con los muchachos a nuestro hotel.
Luego de aquella noche, que distó mucho de una noche tranquila, en que nos complementamos de manera excelente con nuestra cita furtiva, aprovechamos de obtener mayor información para el día siguiente y valiosos datos de Ibiza y Cap D' Agde, ciudades que estaban en nuestro itinerario.
Pasada algunas horas bajamos a desayunar en el hotel con nuestros invitados; nuestros aspectos eran bastante demacrados lo que resaltaba frente a los demás huéspedes quienes estaban recién bañaditos, con sus cámaras listas y vestidos con el mejor pantalón corto de media pierna de su closet que combina perfectamente con sus jockey, esperando que los pasaran a buscar para su city tour o para ir a Park Güell o visitar las muchas expresiones artísticas y arquitectónicas de BCN, lugares que también visitamos nosotros, pero en metro y con una aspecto mas relajado. 
Tras el evidente cansancio y dicotomía con las restantes personas del restorán del hotel, decidimos dejar a la gente "madura" allí, despedirnos de nuestros queridos y sexys amigos y proceder a dormir para poder disfrutar de lo que se venía para ese sábado, que nos deparaba un encuentro con unos catalanes y una visita al club Oops.
Club Oops BCN

No hay comentarios:

Publicar un comentario