Translate

jueves, 13 de abril de 2017

Anarchy in the UK? un diario de viaje SW, Londres.


Lluvioso, frio, tráfico, mucha gente, diversidad, etc., son conceptos que podemos usar cómodamente para referirnos a Londres, sobre todo cuando vamos en pleno invierno. Aunque podría pensarse que la lluvia y el frío son una constante, lo cierto es que no es tan así, de que hace frío, si, lo hace, pero no mas que en Santiago en invierno; también llueve bastante, pero la ciudad funciona perfectamente igual, esos factores les son absolutamente indiferente al Londinense, las chicas no se van a poner vestidos mas largos o menos escotados para salir a bailar simplemente porque es invierno y está lloviendo. El traslado de un lugar a otro no es ningún inconveniente, el metro o “tube” como le llaman los londinenses te lleva a todos lados, y tiene un servicio nocturno, vale caro y se paga según el tramo que vayas, pero la verdad es que en Londres todo es caro, así que hay que ir con la idea de pagar harto en movilización, total, para todo lo demás está MasterCard.
Señor K contemplativo y casual
Cuando llegamos a Londres con la señorita K, siendo la primera vez que visitábamos ese lugar, en una primera impresión, no era tan parecido a lo que esperábamos, eso del Inglés amable estilo: pero por favor pase Ud., no después de Ud., no por dios, después de Ud., como que no, harto tráfico, mucha gente apurada, a diferencia de otros países de Europa los autos tocan bastante la bocina y la gente alega por los tacos, pero bueno, es una de las capitales mas importantes de Europa. En esa oportunidad escogimos el Hotel W Leicester Square para alojarnos, estaba a la entrada de Soho, en un barrio llenos de vida nocturna y bohemia, no se por qué escogimos esa locación, debe haber sido una casualidad solamente. En todo caso, el hotel muy ondero, con un Lounge que era punto de reunión de gente guapa por las noches y un night club atrás del lounge para pegarse unos dancing luego de que te tomas unas copas.
Luego de instalarnos empezamos a recorrer y conocer un poquito la ciudad, la que no conocimos muy a fondo ya que nos levantábamos tarde y se oscurecía a las 5 de la tarde, pero tratamos de hacer lo que se pudo con la fuerza con la que contábamos luego de las noches de carrete. La ciudad es como un Manhattan pero Europeo, la gente muy elegante, el lugar muy cosmopolita con barrios para todos los gustos, y mucha vida nocturna.
Señorita K paseito relajao
Ya estábamos ansiosos por conocer el lado B de la ciudad, teníamos planeado juntarnos con alguna pareja, visitar algunos de los club swinger y acudir a una fiesta Killing Kittens, todos objetivos que en un comienzo se veían bastante practicables y que no debiese irrogar un esfuerzo extra de lo normal, pero en realidad el asunto no fue tan tan fácil como en otras ciudades, no era llegar y decir ya vamos pidamos el taxi, no se por qué, pero Reino Unido en general se aparta un poco del estilo de vida swinger mas relajado del resto de Europa y en general de todo el mundo.
            Club hay varios, y de varias tendencias, pero con los ingleses que conversábamos vía Tinder y otras redes sociales mas locales no nos recomendaban mucho los clubs; de la ingeniería social aplicada al campo de la investigación swingerística concluimos que dos eran los club a los que iba la gente linda de por allá: “Le Boudoir” y “ourplace4fun”, no fue fácil dar con los datos precisos, porque son muchos y de variada temática, por ejemplo está Torture Garden club mas enfocado el BDSM y las Kinky Party’s; hay locales solamente dónde van hombres de color centrado principalmente en los trios HMH como BlackMans Fun Club, otros clubs solamente para chicas, otros solamente para chicos, algunos que abren solo ciertos días como “Sweet Wednesday  etc. Hubiera sido entretenido poder recorrerlos todo, pero como todo viajero hay que distribuir el tiempo de forma adecuada y queríamos hacer muchas cosas que ya les contaré.
Pero sigamos con el tema de los club en Londres, con la señorita K decidimos ir el viernes al club Le Boudoir, que según los comentarios de las parejas locales era como el mejorcito, además habíamos quedado en juntarnos allá con una pareja de Londres, pero previamente había que programar la visita, y acá es donde ya empieza la “paja”, resulta que en todos los club, salvo Torture Garden u otros que no están tan enfocados específicamente al swinger hay que registrarse y ser aceptado, por lo que con unos días de anticipación, llenamos el formulario de la página web del club, con todos nuestros datos, onda todos!, incluyendo Nº de pasaporte, adjuntamos dos fotos y lo enviamos, esperando nos dieran el veredicto si éramos aceptados o no, una onda parecida a las fiestas Bliss. 
Señorita K arreglándose para salir
Al día siguiente nos llega un correo de que ha sido recibida la solicitud y está en análisis, para posteriormente llegar el correo confirmatorio, recién en ese momento te envían la dirección del lugar, que era en el centro de Londres cerca de The Tower Bridge, señalándonos el code dress y las típicas reglas que no son otras que la de todos lados, lo que sí, como todos los club de ese lugar, el sistema es BYOB (Bring your own bomb!). Bueno, después de tanto show y ya contando con la dirección fuimos en durante el día a la zona de Mayfair a comprar algunas cositas bonitas para ponernos en la noche. Como la mayoría de los club de Londres éstos cierran a las 3 AM, por lo que no había que salir muy tarde, así que después de las compras nos fuimos inmediatamente a cenar con la señorita K y luego a cambiarse para salir.
A las 22 horas pedimos nuestro Uber y nos fuimos camino al club, unos 20 minutos desde de Soho, bastante discreta era  la entrada, nada comparado con los club de Italia por ejemplo, con letreros luminosos y luces laser al cielo. Al llegar encontramos la puerta y tocamos el timbre, ya era cosa rara para un lugar sw Europeo, donde ir a un club swingers es como ir a una disco cualquiera. Al ingresar, comprueban con nuestros pasaportes que realmente éramos quienes decíamos ser, y cada uno de los datos. Una vez todo chequeado, dejamos las cosas, pagamos la membresía y la visita y una rubia impresionante nos pasa a buscar para ingresar al club. Dejamos nuestro Vodka que llevábamos en la vitrina refrigerada donde también estaba un bar con hielo y distintos tiempos de bebidas y jugos para que uno se preparara los tragos dependiendo del copete que se llevara. A diferencia de otros lados BYOB todo es autogestionable, uno mismo guarda, se prepara y deja las cosas ordenadas, el local tenía 3 plantas, la central dónde habían varios living con sillones, meses para 2, 4, 6 y mas personas, estilo muy Londinense, decoración clásica, luz tenue enfocada principalmente al tono rojo. Respecto de los concurrentes, menos de lo que esperábamos en un primer momento.  Como a esas altura no había nadie de nuestro gusto, nos sentamos y bebimos hasta que llegara alguien de nuestro agrado. Luego encontramos a la pareja con que nos íbamos a juntar, bebimos algo con ellos, a la señorita K le gustó el tipo pero a mi la verdad no la chica, daba la impresión que no veía un gimnasio hace tiempo y tal vez tenía alguna tarjeta de socia del Mac Donals, así que luego nos perdimos y aprovechamos de recorrer el resto del lugar que era bastante grande. Atrás del sector de Lounge estaban las habitaciones, pequeñas y grandes o grupales, todas las instalaciones en perfectas condiciones, luego por una puerta se bajaba a la zona inferior, un subterráneo con apariencia muy industrial, iluminado rojo, parecía un poco alguna película de Tarantino, con cuartos oscuros y otros temáticos, jaulas, sillas ginecológicas, y otros artefactos para la diversión, luego al final una sala de cine con películas porno y sillones. El piso superior era completo, salvo por los baños, dedicado al sexo grupal, en distintas áreas con variadas camas y sillones pero solo para tener sexo, música muy baja, mucho silencio. Ese fue el sector preciso para involucrarse con algunas parejas que anduviese bien, no habían muchas pero por ahí encontramos unas pocas de nuestro gusto con las que hacer algo, sin mucha conversación, lo justo y preciso y a lo que se vino, muy de Ingles.
Fabric
En resumen, el lugar impecable, tal vez esperábamos un poco mas de glamour en sus instalaciones, pero eso no quiere decir que no hayan sido buenas, y muy de gringo, es decir, allí se va a mantener relaciones, pasado media noche ya no había nadie en el sector Lounge, todos estaban arriba, y como en todos los club (salvo algún resabio de Santiago) no se puede fumar. El valor aproximado de la membresía mas el ingreso rondaba las 85 libras.
Tipo 3 de la mañana ya era hora de irse, antes de salir preguntamos alguno de los asistentes un lugar para seguir la fiesta y nos recomendaron algunas discotec que cierran mas tarde entre ellas Fabric, que fue el lugar donde partimos a ver si salía algo mas, y allí estuvimos hasta las 7 aproximadamente al son de la buena música electrónica londinense.
vitrineando en Victoria's London
Luego de un buen dormir, el día sábado era la mejor expectativa, había que asistir a una de las famosas fiestas Killing Kittens, que por suerte tenía lugar ese fin de semana, por supuesto el mismo show, enviar una solicitud, enviar las fotos y espera la respuesta con la dirección, pero como estos se creen finos y elegantes, el asunto era de Lingerie y Máscaras, me quieren explicar de dónde iba a sacar una máscara, la última vez que ocupé una máscara fue para un cumpleaños en la básica, esas de plásticos de Mickey y un elástico que cuando se cortaba te pegaba en las orejas, siempre he odiado las máscaras, pero bueno, había que comprar una, así que fuimos esa tarde de sábado Camden Town, muy buen barrio para el carrete mas alternativo, dónde por suerte encontramos un par de máscaras ridículas, para luego partir a Victoria’s Secret a comprar alguna lingerie con la que la señorita K seguramente se iba a sentir incómoda y no le iba a gustar.
La hora de llegada era a las 20:30, con un tope de las 22:00, por lo que anduvimos volando. 
Señorita K con berrinche, W hotel, London
Llegamos al hotel, nos cambiamos, las señorita K empezó con que no quería ponerse lo que se había comprado y después el asunto de que la máscara es incómoda, y otras quejas, claro, uno viñamarino, medio flaytongo, no está acostumbrado a esas cosas de gente elegante y sofisticada. Finalmente, la señorita K se dejó de molestar, nos chantamos unos abrigos y nos fuimos, yo por mi parte, era mi  segundo día usando zapatos, que por muy Prada que eran, son zapatos al fin y al cabo,  es decir, incómodos, echaba de menos mis zapatillas reñaquinas, pero era lo que había que hacer no mas. Tomamos el Uber y llegamos muy luego a un sector muy elegante de Londres en un edificio clásico, lugar donde estaba la puerta de ingreso, al golpear nos recibe un señor don negro como de 6 metros, cancelamos nuestra entrada, esta vez si bastante cara: 160 libras, y pasamos al sector de lockers y camarines para cambiarse, yo solo en bóxer y bata negra y las chiquillas solo rompa interior y zapatos, y por supuesto las famosas mascaras, que no se podían quitar mientras estuviéramos dentro del lugar. Al ingresar, el local era mucho mas elegante que el del día viernes, había espumante de bienvenida y un pequeño coctel para conversar con la gente, todos con máscara, las chicas eran bien lindas, altas muy fitness, como tiene que ser, los hombres tal vez un poco mayores para la señorita K pero también habían algunos que le gustaron. Recorriendo el lugar con la incomodidad de la máscara vimos una gran planta abierta con lugarcitos para tomar algo y rodeada de habitaciones que llevaban a otras habitaciones muy laberínticas, pero todo en una sola planta, no había pista de baile solo lounge y bastantes lugares para mantener relaciones. 
Señorita K lista para la acción, W hotel, London
La verdad es que si, la fiesta era bien elegante y las mujeres muy guapas, los hombres no tanto, pero si con onda y afortunadamente la señorita K encontró uno que le gustó cuya novia era muy muy nice, lástima que no se podía quitar la mascara, ni siquiera para tener sexo, eso fue lo que no me gustó mucho de la onda de la fiesta, estuvimos en una habitación múltiple con la pareja y luego intentamos conversar un poco pero al hacerlo la gente nos hacía callar y era un poco incómodo, por lo que los invitamos al hotel, pero parece que eran medios cenicientas para sus cosas porque tenían que partir pronto ya que  eran de las afueras de Londres. Por lo que cuando ya nos hartaron las máscaras e hicimos lo nuestro, nos fuimos al club del Hotel donde estuvimos hasta que cerró.
Pasado el fin de semana, como esto no para y solo se vive una vez,  nos juntamos con una pareja de Tinder específicamente el Domingo, pareja bien joven recién estaban trabajando y hace poco se habían ido a vivir juntos. Nos juntaríamos en un local que recomendaron a cenar de nombre Hakkasan, nos dijeron que era un excelente resto estrella Michelin, pfff yo dije a ver mas fome por favor, recordando la experiencia cuando fuimos al único estrella Michelín de Chile en Santiago “Boragó” que nos pegaron el palo con una cuenta de $ 250.000 para una cena de dos personas y pese a que la comida era buena el lugar ni un brillo. Bueno dijimos, es domingo, vamos a comer y si nos gustan los invitamos al hotel, total, domingo no debe haber mucha onda, palabras que quedaron desmentidas al salir del hotel y entrar en Soho donde estaba todo lleno, pero caminamos y caminamos por algunos callejones, donde habían variedad de locales under y ningún restaurant, hasta que en el final de un callejón vimos unos mercedes negros estacionados y unos japoneses de traje, yo pensé ahora la yakuza nos va a secuestrar o algo por el estilo, pero caminamos siguiendo a google map y llegamos a una puerta que era el resto Hakkasan, unos guardias cara de pocos amigos nos reciben amablemente preguntando si teníamos reserva, les dijimos el nombre de nuestros amigos , nos recibieron nuestros paraguas e ingresamos, por su puesto como hace frio la gente anda toda con abrigos por lo que en todos los locales siempre hay guardarropía donde pudimos dejar nuestras cosas, andábamos con un poco de pinta dominguera, pero al menos me puse una camisita para pasar piola por si acaso, bajamos una escalera y llegamos a un local.
Pasillo de dark rooms, Hakkasan Hanway Place, London
Con una luz muy tenue, Hakkasan es ultra elegante, pero estiloso, con mesitas varias y cuartos llamados Dark Room, donde la gente podía cenar en privado en pareja o con algunos amigos, música electrónica, DJ, una barra gigante con un alumbrado azul, todo con una decoración en madera negra y transparencias rojas, nuestros amigos nuevos habían reservado un dark room donde nos esperaban, el lugar elegantísimo,  todo perfecto, la pareja también muy linda, ella una rubiesita bien delgada, el tipo mas alto que yo muy arreglado y elegante, me vieron la cara de sorprendido, pero yo me adelanté a contarles que nunca me imaginé que el lugar era así, nos atendió una negra con un vestido rojo corto y ajustado durante toda nuestra cena, para llamarla solo apretábamos un botón bajo la mesa ya que era una cena privada, la comida, de otro mundo, los cocteles de autor los mejores que he probado, suaves, pero con la cantidad se compensaba, bebimos bastantes, y en ese mismo lugar empezamos a sofiar, besitos, manitos por acá y por allá al ritmo de un tech house de bajos bits, y por supuesto decidimos irnos por algunos tragos al lounge de nuestro hotel al finalizar la cena. Al retirarnos todavía el resto estaba lleno de gente y lo mejor fue la cuenta, no por el precio, porque obviamente era bastante caro, pero por cada pareja sacando el cálculo nos salió $ 160.000. es decir casi $ 100.000 menos que lo que cuesta el Boragó de Santiago, y ojo, estábamos en Londres, en un estrella Michelin, teniendo sofito en el mismo restoran, con una música y ambiente increíble, conclusión, Santiago es mas caro.
Lo demás ya lo adivinarán, el último de la noche y a la habitación del hotel con los chicos. Esa fue la mejor noche, pareja relajada, piola, conversadora, buena pinta, puro estilo, era lo que esperaba realmente de Londres.
Señor K paseando, reflexivo

En conclusión, no se hagan mayores expectativas de la onda swinger en Londres, hay, pero hay que buscar, es necesario investigar y pegarse la lata de algún show previo: inscripciones, mandar fotos, elegir lo que es del estilo de uno, etc,  pero a veces se pasa mejor en una simple cena con una pareja local, cosa de suerte, cosa de buscar, pero siempre con estilo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario