Lluvioso, frio, tráfico, mucha gente, diversidad, etc., son
conceptos que podemos usar cómodamente para referirnos a Londres, sobre todo
cuando vamos en pleno invierno. Aunque podría pensarse que la lluvia y el frío
son una constante, lo cierto es que no es tan así, de que hace frío, si, lo
hace, pero no mas que en Santiago en invierno; también llueve bastante, pero la
ciudad funciona perfectamente igual, esos factores les son absolutamente
indiferente al Londinense, las chicas no se van a poner vestidos mas largos o
menos escotados para salir a bailar simplemente porque es invierno y está
lloviendo. El traslado de un lugar a otro no es ningún inconveniente, el metro
o “tube” como le llaman los londinenses te lleva a todos lados, y tiene un
servicio nocturno, vale caro y se paga según el tramo que vayas, pero la verdad
es que en Londres todo es caro, así que hay que ir con la idea de pagar harto en
movilización, total, para todo lo demás está MasterCard.
Señor K contemplativo y casual |
Cuando llegamos a Londres con la señorita K, siendo la primera
vez que visitábamos ese lugar, en una primera impresión, no era tan parecido a
lo que esperábamos, eso del Inglés amable estilo: pero por favor pase Ud., no después
de Ud., no por dios, después de Ud., como que no, harto tráfico, mucha gente
apurada, a diferencia de otros países de Europa los autos tocan bastante la bocina
y la gente alega por los tacos, pero bueno, es una de las capitales mas
importantes de Europa. En esa oportunidad escogimos el Hotel W Leicester Square
para alojarnos, estaba a la entrada de Soho, en un barrio llenos de vida
nocturna y bohemia, no se por qué escogimos esa locación, debe haber sido una
casualidad solamente. En todo caso, el hotel muy ondero, con un Lounge que era
punto de reunión de gente guapa por las noches y un night club atrás del lounge
para pegarse unos dancing luego de que te tomas unas copas.
Luego de instalarnos empezamos a recorrer y conocer un
poquito la ciudad, la que no conocimos muy a fondo ya que nos levantábamos
tarde y se oscurecía a las 5 de la tarde, pero tratamos de hacer lo que se pudo
con la fuerza con la que contábamos luego de las noches de carrete. La ciudad
es como un Manhattan pero Europeo, la gente muy elegante, el lugar muy
cosmopolita con barrios para todos los gustos, y mucha vida nocturna.
Señorita K paseito relajao |
Ya estábamos ansiosos por conocer el lado B de la ciudad,
teníamos planeado juntarnos con alguna pareja, visitar algunos de los club
swinger y acudir a una fiesta Killing Kittens, todos objetivos que en un
comienzo se veían bastante practicables y que no debiese irrogar un esfuerzo
extra de lo normal, pero en realidad el asunto no fue tan tan fácil como en
otras ciudades, no era llegar y decir ya vamos pidamos el taxi, no se por qué,
pero Reino Unido en general se aparta un poco del estilo de vida swinger mas relajado
del resto de Europa y en general de todo el mundo.
Club hay
varios, y de varias tendencias, pero con los ingleses que conversábamos vía
Tinder y otras redes sociales mas locales no nos recomendaban mucho los clubs; de
la ingeniería social aplicada al campo de la investigación swingerística concluimos
que dos eran los club a los que iba la gente linda de por allá: “Le Boudoir” y
“ourplace4fun”, no fue fácil dar con los datos precisos, porque son muchos y de
variada temática, por ejemplo está Torture Garden club mas enfocado el BDSM y
las Kinky Party’s; hay locales solamente dónde van hombres de color centrado
principalmente en los trios HMH como BlackMans Fun Club, otros clubs solamente
para chicas, otros solamente para chicos, algunos que abren solo ciertos días
como “Sweet Wednesday” etc. Hubiera sido
entretenido poder recorrerlos todo, pero como todo viajero hay que distribuir
el tiempo de forma adecuada y queríamos hacer muchas cosas que ya les contaré.
Pero sigamos con el tema de los club en Londres, con la
señorita K decidimos ir el viernes al club Le Boudoir, que según los comentarios
de las parejas locales era como el mejorcito, además habíamos quedado en
juntarnos allá con una pareja de Londres, pero previamente había que programar la
visita, y acá es donde ya empieza la “paja”, resulta que en todos los club,
salvo Torture Garden u otros que no están tan enfocados específicamente al
swinger hay que registrarse y ser aceptado, por lo que con unos días de
anticipación, llenamos el formulario de la página web del club, con todos
nuestros datos, onda todos!, incluyendo Nº de pasaporte, adjuntamos dos fotos y
lo enviamos, esperando nos dieran el veredicto si éramos aceptados o no, una
onda parecida a las fiestas Bliss.
Señorita K arreglándose para salir |
Al día siguiente nos llega un correo de que
ha sido recibida la solicitud y está en análisis, para posteriormente llegar el
correo confirmatorio, recién en ese momento te envían la dirección del lugar,
que era en el centro de Londres cerca de The Tower Bridge, señalándonos el code
dress y las típicas reglas que no son otras que la de todos lados, lo que sí,
como todos los club de ese lugar, el sistema es BYOB (Bring your own bomb!).
Bueno, después de tanto show y ya contando con la dirección fuimos en durante
el día a la zona de Mayfair a comprar algunas cositas
bonitas para ponernos en la noche. Como la mayoría de los club de Londres éstos
cierran a las 3 AM, por lo que no había que salir muy tarde, así que después de
las compras nos fuimos inmediatamente a cenar con la señorita K y luego a cambiarse
para salir.
A las 22 horas pedimos nuestro Uber y
nos fuimos camino al club, unos 20 minutos desde de Soho, bastante discreta era
la entrada, nada comparado con los club
de Italia por ejemplo, con letreros luminosos y luces laser al cielo. Al llegar
encontramos la puerta y tocamos el timbre, ya era cosa rara para un lugar sw
Europeo, donde ir a un club swingers es como ir a una disco cualquiera. Al
ingresar, comprueban con nuestros pasaportes que realmente éramos quienes
decíamos ser, y cada uno de los datos. Una vez todo chequeado, dejamos las
cosas, pagamos la membresía y la visita y una rubia impresionante nos pasa a
buscar para ingresar al club. Dejamos nuestro Vodka que llevábamos en la
vitrina refrigerada donde también estaba un bar con hielo y distintos tiempos
de bebidas y jugos para que uno se preparara los tragos dependiendo del copete
que se llevara. A diferencia de otros lados BYOB todo es autogestionable, uno
mismo guarda, se prepara y deja las cosas ordenadas, el local tenía 3 plantas,
la central dónde habían varios living con sillones, meses para 2, 4, 6 y mas
personas, estilo muy Londinense, decoración clásica, luz tenue enfocada
principalmente al tono rojo. Respecto de los concurrentes, menos de lo que esperábamos
en un primer momento. Como a esas altura
no había nadie de nuestro gusto, nos sentamos y bebimos hasta que llegara alguien
de nuestro agrado. Luego encontramos a la pareja con que nos íbamos a juntar,
bebimos algo con ellos, a la señorita K le gustó el tipo pero a mi la verdad no
la chica, daba la impresión que no veía un gimnasio hace tiempo y tal vez tenía
alguna tarjeta de socia del Mac Donals, así que luego nos perdimos y
aprovechamos de recorrer el resto del lugar que era bastante grande. Atrás del
sector de Lounge estaban las habitaciones, pequeñas y grandes o grupales, todas
las instalaciones en perfectas condiciones, luego por una puerta se bajaba a la
zona inferior, un subterráneo con apariencia muy industrial, iluminado rojo,
parecía un poco alguna película de Tarantino, con cuartos oscuros y otros
temáticos, jaulas, sillas ginecológicas, y otros artefactos para la diversión,
luego al final una sala de cine con películas porno y sillones. El piso
superior era completo, salvo por los baños, dedicado al sexo grupal, en
distintas áreas con variadas camas y sillones pero solo para tener sexo, música
muy baja, mucho silencio. Ese fue el sector preciso para involucrarse con algunas
parejas que anduviese bien, no habían muchas pero por ahí encontramos unas pocas
de nuestro gusto con las que hacer algo, sin mucha conversación, lo justo y
preciso y a lo que se vino, muy de Ingles.
Fabric |
En resumen, el lugar impecable, tal vez
esperábamos un poco mas de glamour en sus instalaciones, pero eso no quiere
decir que no hayan sido buenas, y muy de gringo, es decir, allí se va a
mantener relaciones, pasado media noche ya no había nadie en el sector Lounge,
todos estaban arriba, y como en todos los club (salvo algún resabio de
Santiago) no se puede fumar. El valor aproximado de la membresía mas el ingreso
rondaba las 85 libras.
Tipo 3 de la mañana ya era hora de
irse, antes de salir preguntamos alguno de los asistentes un lugar para seguir
la fiesta y nos recomendaron algunas discotec que cierran mas tarde entre ellas
Fabric, que fue el lugar donde partimos a ver si salía algo mas, y allí
estuvimos hasta las 7 aproximadamente al son de la buena música electrónica
londinense.
vitrineando en Victoria's London |
Luego de un buen dormir, el día sábado
era la mejor expectativa, había que asistir a una de las famosas fiestas Killing Kittens, que por suerte tenía lugar ese fin de semana, por
supuesto el mismo show, enviar una solicitud, enviar las fotos y espera la
respuesta con la dirección, pero como estos se creen finos y elegantes, el
asunto era de Lingerie y Máscaras, me quieren explicar de dónde iba a sacar una
máscara, la última vez que ocupé una máscara fue para un cumpleaños en la
básica, esas de plásticos de Mickey y un elástico que cuando se cortaba te
pegaba en las orejas, siempre he odiado las máscaras, pero bueno, había que
comprar una, así que fuimos esa tarde de sábado Camden Town, muy buen barrio
para el carrete mas alternativo, dónde por suerte encontramos un par de
máscaras ridículas, para luego partir a Victoria’s Secret a comprar alguna
lingerie con la que la señorita K seguramente se iba a sentir incómoda y no le
iba a gustar.
La hora de llegada era a las 20:30, con
un tope de las 22:00, por lo que anduvimos volando.
Señorita K con berrinche, W hotel, London |
Llegamos al hotel, nos
cambiamos, las señorita K empezó con que no quería ponerse lo que se había
comprado y después el asunto de que la máscara es incómoda, y otras quejas,
claro, uno viñamarino, medio flaytongo, no está acostumbrado a esas cosas de
gente elegante y sofisticada. Finalmente, la señorita K se dejó de molestar,
nos chantamos unos abrigos y nos fuimos, yo por mi parte, era mi segundo día usando zapatos, que por muy Prada
que eran, son zapatos al fin y al cabo,
es decir, incómodos, echaba de menos mis zapatillas reñaquinas, pero era
lo que había que hacer no mas. Tomamos el Uber y llegamos muy luego a un sector
muy elegante de Londres en un edificio clásico, lugar donde estaba la puerta de
ingreso, al golpear nos recibe un señor don negro como de 6 metros, cancelamos
nuestra entrada, esta vez si bastante cara: 160 libras, y pasamos al sector de
lockers y camarines para cambiarse, yo solo en bóxer y bata negra y las
chiquillas solo rompa interior y zapatos, y por supuesto las famosas mascaras,
que no se podían quitar mientras estuviéramos dentro del lugar. Al ingresar, el
local era mucho mas elegante que el del día viernes, había espumante de
bienvenida y un pequeño coctel para conversar con la gente, todos con máscara,
las chicas eran bien lindas, altas muy fitness, como tiene que ser, los hombres
tal vez un poco mayores para la señorita K pero también habían algunos que le
gustaron. Recorriendo el lugar con la incomodidad de la máscara vimos una gran
planta abierta con lugarcitos para tomar algo y rodeada de habitaciones que
llevaban a otras habitaciones muy laberínticas, pero todo en una sola planta,
no había pista de baile solo lounge y bastantes lugares para mantener
relaciones.
Señorita K lista para la acción, W hotel, London |
La verdad es que si, la fiesta era bien elegante y las mujeres muy
guapas, los hombres no tanto, pero si con onda y afortunadamente la señorita K
encontró uno que le gustó cuya novia era muy muy nice, lástima que no se podía
quitar la mascara, ni siquiera para tener sexo, eso fue lo que no me gustó
mucho de la onda de la fiesta, estuvimos en una habitación múltiple con la
pareja y luego intentamos conversar un poco pero al hacerlo la gente nos hacía
callar y era un poco incómodo, por lo que los invitamos al hotel, pero parece
que eran medios cenicientas para sus cosas porque tenían que partir pronto ya
que eran de las afueras de Londres. Por
lo que cuando ya nos hartaron las máscaras e hicimos lo nuestro, nos fuimos al
club del Hotel donde estuvimos hasta que cerró.
Pasado el fin de semana, como esto no
para y solo se vive una vez, nos
juntamos con una pareja de Tinder específicamente el Domingo, pareja bien joven
recién estaban trabajando y hace poco se habían ido a vivir juntos. Nos
juntaríamos en un local que recomendaron a cenar de nombre Hakkasan, nos dijeron
que era un excelente resto estrella Michelin, pfff yo dije a ver mas fome por
favor, recordando la experiencia cuando fuimos al único estrella Michelín de Chile
en Santiago “Boragó” que nos pegaron el palo con una cuenta de $ 250.000 para
una cena de dos personas y pese a que la comida era buena el lugar ni un
brillo. Bueno dijimos, es domingo, vamos a comer y si nos gustan los invitamos
al hotel, total, domingo no debe haber mucha onda, palabras que quedaron desmentidas
al salir del hotel y entrar en Soho donde estaba todo lleno, pero caminamos y
caminamos por algunos callejones, donde habían variedad de locales under y
ningún restaurant, hasta que en el final de un callejón vimos unos mercedes
negros estacionados y unos japoneses de traje, yo pensé ahora la yakuza nos va
a secuestrar o algo por el estilo, pero caminamos siguiendo a google map y
llegamos a una puerta que era el resto Hakkasan, unos guardias cara de pocos
amigos nos reciben amablemente preguntando si teníamos reserva, les dijimos el
nombre de nuestros amigos , nos recibieron nuestros paraguas e ingresamos, por
su puesto como hace frio la gente anda toda con abrigos por lo que en todos los
locales siempre hay guardarropía donde pudimos dejar nuestras cosas, andábamos
con un poco de pinta dominguera, pero al menos me puse una camisita para pasar
piola por si acaso, bajamos una escalera y llegamos a un local.
Pasillo de dark rooms, Hakkasan Hanway Place, London |
Con una luz muy
tenue, Hakkasan es ultra elegante, pero estiloso, con mesitas varias y cuartos llamados
Dark Room, donde la gente podía cenar en privado en pareja o con algunos
amigos, música electrónica, DJ, una barra gigante con un alumbrado azul, todo
con una decoración en madera negra y transparencias rojas, nuestros amigos nuevos
habían reservado un dark room donde nos esperaban, el lugar elegantísimo, todo perfecto, la pareja también muy linda,
ella una rubiesita bien delgada, el tipo mas alto que yo muy arreglado y
elegante, me vieron la cara de sorprendido, pero yo me adelanté a contarles que
nunca me imaginé que el lugar era así, nos atendió una negra con un vestido
rojo corto y ajustado durante toda nuestra cena, para llamarla solo apretábamos
un botón bajo la mesa ya que era una cena privada, la comida, de otro mundo,
los cocteles de autor los mejores que he probado, suaves, pero con la cantidad
se compensaba, bebimos bastantes, y en ese mismo lugar empezamos a sofiar,
besitos, manitos por acá y por allá al ritmo de un tech house de bajos bits, y
por supuesto decidimos irnos por algunos tragos al lounge de nuestro hotel al
finalizar la cena. Al retirarnos todavía el resto estaba lleno de gente y lo
mejor fue la cuenta, no por el precio, porque obviamente era bastante caro,
pero por cada pareja sacando el cálculo nos salió $ 160.000. es decir casi $
100.000 menos que lo que cuesta el Boragó de Santiago, y ojo, estábamos en
Londres, en un estrella Michelin, teniendo sofito en el mismo restoran, con una
música y ambiente increíble, conclusión, Santiago es mas caro.
Lo demás ya lo adivinarán, el último de
la noche y a la habitación del hotel con los chicos. Esa fue la mejor noche,
pareja relajada, piola, conversadora, buena pinta, puro estilo, era lo que
esperaba realmente de Londres.
Señor K paseando, reflexivo |
En conclusión, no se hagan mayores
expectativas de la onda swinger en Londres, hay, pero hay que buscar, es
necesario investigar y pegarse la lata de algún show previo: inscripciones,
mandar fotos, elegir lo que es del estilo de uno, etc, pero a veces se pasa mejor en una simple cena
con una pareja local, cosa de suerte, cosa de buscar, pero siempre con estilo!
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