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lunes, 6 de abril de 2015

Cap d' Agde, swingers en el mediterráneo, un diario de viaje SW

Todos los club, bares, discotec swinger, pueden tener sus peculiaridades y distinciones de país en país, pero en general, lo que puedes esperar de ellos es bastante similar, solo cambia la gente, los estilos y las tendencias, pero en general, en el núcleo duro, es lo mismo. Por otro lado los Resort Swingers como Desire, Hedonism, Lanzalote, son complejos turísticos, cada uno con sus particularidades, todos ofrecen servicios similares y conociendo uno puedes esperar cosas bastante similares de los otros. Sin embargo hoy hablaremos de algo diferente, que se aleja un poco de lo esperable, se aparta de lo que un ciudadano swinger con cierta experiencia y conocimiento en el tema podría concebir o imaginar para un lugar en que se practica el swinger, hablamos de Cap d' Agde en Francia. 
Cap d' Agde no es un resort swingers, tampoco es un club swingers, tampoco es una fiesta swinger especial, es algo distinto. 
Señorita K en puente de Agde
Situado en la costa sur de Francia, cercano a Marsella y Montpellier, se ubica Agde, una pequeña y hermosa ciudad de la costa del mediterraneo francesa, mas pequeña que Marsella, con apróximadamente 21.000 habitantes. Su arquitectura mediterránea romántica perfectamente conservada, sus tiendas son almacenes, bazares y boliches, no vas a encontrar un mall ni un gran supermercado ni ninguna aberración arquitectónica como con las que frecuentemente se encuentra uno en nuestra tierra.  Dentro de Agde se encuentra una Villa o mini ciudad llamada Cap d' Agde, la cual tiene la particularidad de ser una ciudad esencialmente naturista y swingers mayoritariamente. Como toda Villa o ciudad tiene comercio, vale decir, supermercados, farmacias, tiendas de vestir, restoranes, discotec, etc. todo lo que una pequeña ciudad suele tener. Además tiene varios complejos de edificios departamentos, casas, hoteles, cabañas etc. Si quisiéramos asimilarlo a algo en Chile podríamos decir que es como Pucón, pero con todo el mundo en pelota. 
Cap d' Agde
Decimos que es esenciamlmente naturista porque fue creada con ese fin, de hecho, durante el día puedes ver muchas familias con niños practicando el naturismo, el cual se ejecuta en toda la ciudad, tanto en el interior del supermercado, como en la farmacia, en los restaurantes o en la playa, todos en bolas sea donde sea. 
En la época de verano arde el lugar, ya que si bien es esencialmente naturista en el día, es totalemente swingers por las noches y llegan parejas de toda Europa y otras partes del mundo que colman los hoteles con el único afán de diversión. Favorece  a esto la fácil conectividad que tiene la ciudad, se puede acceder por tren desde Paris o Barcelona o por Avión desde el aeropuerto de Montpellier. 
          Verano europeo del año 2014, con la señorita K teníamos reservado un fin de semana en Cap d' Agde, específicamente en el hotel Oz' Inn, en el interior de la Villa Naturista de Cap d' Agde, llegaríamos un jueves y nos quedaríamos hasta el día domingo. Estábamos en Barcelona y desbordábamos de calor, lo único que queríamos era playa playa y mas playa, por lo que temprano el día jueves hicimos nuestras maletas y nos fuimos a la estacion de trenes Sants de Barcelona, ya teníamos nuestros pasajes comprados, que como siempre lo adquirimos en la práctica página Raileurope.cl, la que te manda lo boletos de tren directamente a tu casa. Habíamos pasado todo un fin de semana y resto de la semana conociendo la movida swingers de Barcelona, quedando bastante satisfechos con las experiencias que habíamos tenido y consecuencialmente agotados, por lo que pensábamos tomarnos ese fin de semana en la playa algo mas relajado, piola, mas alterno, se entiende, ya que luego emprenderíamos rumbo a Ibiza donde evidentemente casi no dormiríamos.
un stop en Narbonne
Es así que, con ese sano afán, tomamos el tren, el cual le tomaría unas 3 horas en llegar a la estación de Narbona (Narbonne), ciudad ubicada en la región de Languedoc-Rosellón, donde está el famoso canal de La Robine, declarado patrimonio de la humanidad. Teníamos una conexión de media hora donde algo aprovechamos de recorrer, pero se largó a llover y la señorita K se empezó a poner de mal genio, no alcanzando a llegar al centro histórico que yo quería visitar, y regresamos mejor a la estación, porque las gotitas de lluvia que caían molestaban el libre andar de la señorita K. 
Una vez que llegó nuestro tren, un tren mas local, no tan moderno, viajamos la media hora que restaba para llegar a Agde.
Llegados  a Agde, dejamos el recorrido por la bonita ciudad para el regreso, ya que a la vuelta debíamos hacer la hora hasta un tren que salía bastante tarde, asi que esperamos un taxi a quien le dijimos en un francés impactante, que nos llevara a Cap d' Agde inmediatamente, tout de suite. Como siempre he recomendado "nunca turista, siempre viajero", hacer tour grupales en buses con parlantes y guía en español y ese tipo de cosas es para niñitas chicas miedosas,  así que al buen taxi, al ojo, y sólo porque no supimos donde tomar la micro. 
El taxista nos conversó todo el camino, seguramente poniéndonos al tanto del lugar donde estaríamos, bastante simpático el tipo, además la conversación era muy fluida porque cualquier cosa que nos hablaba o decía la respuesta  de nosotros era "oui". Al llega a la la Villa había que pagar un pase de entrada que se paga solo una vez, que no eran mas de 30 Euros si mal no recuerdo, con ese pase el taxi pudo entrara a la villa y buscar nuestro hotel. 
Afortunadamente en el hotel hablaban inglés y ya dejamos el oui oui oui para después. Como siempre mi buen ojo para seleccionar los alojamientos quedó de manifiesto, el hotel se ubicaba en el centro de la Villa, a dos cuadras de la playa, una locación inigualable.
Nos cambiamos y salimos con nuestras toallitas a la playa, con el clásico look playero reñaquino y nuestro chalequito "por si acaso", como buen viñamarino, pero al transitar por las calles nos dimos cuenta que, tal como habíamos escuchado, la mayoría de las personas circulaba sin ropa, o bien, con alguna tenida fetichista; no faltaba el tipo que lo llevaban vitriniando con una cadenita al cuello, o algún otro con un ring cock junto a una dama con pinzas en los pezones, cosas claro que no se ven frecuentemente en el quinto sector de reñaca. 
Paseamos por el barrio residencial conformado principalmente por edificios de departamentos, de unos 8 pisos cada uno pero, en forma circular todos, o mas bien, la mayoría, y en el centro de cada uno se encontraba el comercio, que en su mayoría era de artículos fetichistas, vestuario extravagante, bastante único y curioso, sex shops,  restaurantes, y bares, mucho negocio de lencería, supermercados etc. 
Entrada a la Villa Jardín del Edén en Cap d' Agde
Luego de vitrinerar un poco nos dirigimos a la playa, con una extención de varios kilómetros, me atrevería a decir, sin certeza, que mas extensa que Haulover Beach en Miami, dónde todo el mundo practicaba el naturismo, algunos en familia, otros en pareja, otros solos, cada quien en su onda, cada quien en su volá. Pasamos algún rato en la playa pero no habíamos almorzado, así que nos dirigimos a lo restaurantes ubicados frente a la playa, los que estaban ya bastante llenos. La comida increíble, productos del mar mediterráneo frescos y cuidadosamente preparados, definitivamente los franceses saben lo que hacen en la cocina. En el restoran conocimos una pareja de Austria muy agradable quienes nos introdujeron un poco a lo que era el lugar y cómo era la dinámica, dejándonos claro que todo acontecía en la noche, salvo en algunas villas como era el Jardí del Edén y Babilónia que eran complejos swginers dónde había un evento SDC y que era SW todo el día. Nosotros ya sabíamos de eso, pero cuando reservamos no quedaban habitaciones allí, pero por una parte mejor, porque así nos permitió no estar todo el día encerrados en un solo lugar e igualmente se podía entrar a las fiestas en las noches.
los austriacos
Quedamos de juntarnos con los austriacos en la  noche a cenar y conocer la movida nocturna del lugar. Luego de la playa vitrineamos otro poco, se notaba que había evento SDC por la cantidad de parejas que se notaban que andaban con la maldad a flor de piel. 
Aunque nosotros somos bien relajados en cuanto artículos exóticos, una que otra cosita compramos en los distintos negocios de vestimenta erótica que había y luego nos fuimos al hotel a descansar para la noche. 
Carátula Joven y Bonita de Francois Ozón
Esa noche nos juntaríamos con los austriacos en el bar swingers Melrose bar, tipo 10 de la noche. Antes fuimos a cenar no manejando mucho los horarios y llegamos tipo 10,30 al lugar dónde ya estaba hacinada una gran cantidad de personas, y no solamente allí, era todo el sector en uno de los círculos interiores de un complejo de departamentos, lleno de bares y discotec playeras, es decir abiertas, no sucuchos, la mas grande era Melrose, donde había un gentío enorme, lugar donde encontramos finalmente a la pareja de austriacos que estaban con dos parejas francesas, ¡ay! dios mio las francesas, puro estilo!, me acordé de la protagonista de la pelícuala jóven y bonita de Francois Ozon. Colmillos mode on, mientras señorita K afilaba los suyos en miras al austriaco, para variar encontró bajos a los franceses. Pero éramos 3 parejas así que no había mayores complicaciones, todo se podía mezclar. Ya antes nos habíamos encontrado con los franceses durante el día en un negocio de ropa interior de hombres donde comentabamos brevemente lo graciosas de las prendas, y ya tenía en la mira a las francesas, sobre todo a una.
Club Glamour
Como buen viñamarino y para no parecer sudamericano amarrete subdesarrollado, invité la primera ronda de vodka para todos, luego hicieron lo mismo los austriacos y así sucesivamente, las tres parejas eran todas bien jóvenes en especial una de las parejas francesas y muy relajados, nada de esos atuendos extravagantes ni muy de maraquiwi, bastante parecidos al estilo de la señorita K. Ya con varios Vodkas en el cuerpo nos fuimos a un club swingers que quedaba a algunos pasos que era Glamourt dónde sólo estuvimos un rato ya que había gente un poco mayor, pero luego nos enteramos que todos estaban en Libertine, así que nos fuimos para allá, un lugar que se parece harto a Paraiso en Stgo, donde estaba lleno de gente y mas gente joven, allí nos divertimos bastante juntos, algunas otras parejas conocimos y las dejamos stand by para los otros días y luego partimos todos al departamento de los austriacos, claro que en el camino nos encontramos con otro club que quedaba en un subterráneo que era mas under, y que nos contaban que se llenaba cuando terminaban los otros, así que claro, que podíamos hacer, esperamos hasta que se llenó y seguimos hasta como las 6 de la mañana dónde nos fuimos las tres parejas a terminar el carrete como corresponde. 
Yo, hace tiempo, casi al comienzo, pensaba que era mejor siempre juntarse con una pareja, o sea 2 y 2, pero con el paso de los años me he dado cuenta que es mejor de 3 o mas, porque es difícil que justo ambos sean del mismo gusto, en cambio si son mas el intercambio se puede hacer no necesariamentre entre los mismos miembros de la pareja elegida, sino que mezcladito, según gustos y preferencia. Esta vez no fue la excepción y así fue, mientras señorita K tenía su rollo con el austriaco, la austriaca un poco gordita para mi gusto, se entusiasmó con un francés, yo con una de las francesas y así las cosas, todos en el mismo lugar hicimos lo que un swinger tiene que hacer a esa altura de la noche. 
Afortunadamente llegamos al hotel cuando todavía quedaba desayuno y nos acostamos a dormir un rato, recordando que claro, se suponía que era un fin de semana de relajo y playa, pero la locura que se vive en la noche en Cap d' Agde no ayudó mucho a nuestro objetivo, y no podría ser de otra menera ya que en uno solo de los coplejos de departamentos habían unos 6 discotecas y bares con gente swingers y 3 club. Esa noche recorrimos casi todos los complejos,  y consecuencialmente los club, bares y discos, lugares donde se puede encontrar mucha gente del agrado de uno. Las fiestas en el Jardín del Edén y Babilonia, en las noches se confundían con las otras, de modos que la gente andaba de un lado para otro. En los bares y discos no se cobra entrada, por lo que uno se va trasladando de lugar en lugar sin problema. En los club si cobra una pequeña entrada, pero no en todos, Glamour y Libertine cobran 40 y 20 Euros respectivamente, pero a veces ni cobran, solo cuando están muy llenos. 
Los fetiches hay para todos los gustos, hay lugares solamente dedicados al BDSM, otros dónde la gente puede hacer sus propias películas, lugares estilo club nocturno con streepers, lugares para personas con preferencias hacia gente de su mismo sexo, etc.
La Marina de Cap d' Agde, donde muchos hacen fiestas en sus  botes
Si bien el lugar está en Francia generalmente el idioma que se ocupa es el Inglés salvo en algunos negocios en que hay que tratar de entender y hablar un poco de francés pero en general no hay problema con eso, además las personas del sur de francia no son el típico francés de Paris que es idiota y desagradable, sino que la gente es toda amable y si no sabes frances se esfuerza por hacerse entender. 
Les contaríamos de las otras dos noches de fiesta, pero creo que ya me he extendido mucho, y como siempre digo, el resto cuando nos encontremos. 

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