Escapada a San Francisco, un diario de viaje SW

Estaba sentado en mi oficina revisando mis mail hace algunas semanas atrás cuando recibo una invitación de unos amigos que conocimos en Miami, quienes nos invitaban a su matrimonio, a celebrarse en la ciudad de San Francisco el sábado 14 de marzo, luego de leer la invitación empecé  lamentablemente a redactar mis excusas vía mail por  no poder ir al evento, ya que solo faltaban 3 semanas. Sin embargo, antes de poner enviar en mi iphone, me pregunté, por qué no ir, no me he gastado todos mis  días de vacaciones todavía, cosa de coordinar una cosa allá y otra acá, le avise a la señorita K quien también por su lado empezó a coordinar todo y en vez de excusarnos, decidimos aceptar la invitación. A tan pocas semanas evidentemente no fue fácil encontrar un itinerario que nos acomodara pero afortunadamente en Américan Airlines encontramos un buen vuelo que nos llevaría a California, y aunque AA no es de mis líneas predilectas, porque es una de las pocas que todavía no instala asientos full flat en sus vuelos de larga duración, no habían muchas alternativas para regodiarse, así que pasajes OK, y con san Booking.com alojamiento OK.

San francisco 2012

Ya habíamos estado el 2012 en SFO, sin embargo ahora íbamos a algo mas preciso y por menos tiempo, un matrimonio A de una pareja B un sábado por la tarde, lo que era bastante conveniente, pues como llegábamos el jueves en la mañana y nos regresábamos el domingo en la tarde, nos daba el jueves, viernes y sábado para hacer de las nuestras.

Cuando se piensa en San Francisco sin conocerlo lo vincularíamos seguramente con Woodstock, la canción de Scott McKenzie o la pelicula Vértigo de Alfred Hitchcock, lo que si estuviésemos conversando en los 60' o 70' seguramente no estaría lejos de la realidad, sin embargo, hoy en día podemos decir que de esa época queda solo la tolerancia a la diversidad y el espíritu ecológico de la ciudad, al caminar por sus calles la imagen no dista mucho de la experiencia de estar caminando por la 5a Avenida de Nueva York o por Harajuku en Tokio, en donde preguntar a un transeunte local si sabe donde hay un Mac Donals (solo a modo de ejemplo ya que jamás haría eso obviamente) sería casi una falta de respeto merecedora de un repudio grave hacia su ciudad.

Al igual que otras grandes urbes, San Francisco se caracteriza por ser un núcleo urbano extremadamente cosmopolita, convergen en sus calles amigablemente Italianos, Chinos, Latinos etc, diversidad explicada por ser un importante centro de desarrollo tecnológico y empresarial.
En sus calles se respira aire liberal, aire que al parecer tiene el mismo olor a la Marihuana, desde que uno desciende del avión empiezas a sentir por todos lados ese olor y las personas no escatiman en circular por las principales avenidas de San Francisco con su cigarro de marihuana en la mano. Afortunadamente no se puede fumar en lugares cerrados, y para el bien de todos se fuma muy poco cigarro de tabaco,  no ocurre lo mismo eso si con la marihuana.
Pese a lo anterior, uno no debe confundirse cuando Scott McKenzie dice en su canción "If you're going to San Francisco, be sure tu wear some flowers in your hair" ni menos en las salidas nocturnas, donde debiese decir la canción "If you're going to San Francisco be sure to wear Dolce Gabbana in your body and Prada in your feet" porque es una ciudad muy estilosa. Todavía recuerdo a la señorita K en el año 2012 cuando llevaba sus mejores tenidas Hippie las que debió transformar al menos en Hippie chick para las salidas nocturnas en aquella ocasión.

Con señorita K e invitado, San Francisco 2012

A diferenicia de la vez anterior no fue el W el centro logístico de nuestra estadía en San Francisco, pese a que dicho centro neurálgico nos brindó en aquella visita el calor de sus dependencias para varias noches de distorsión y aberraciones sexuales. Esta vez, preferimos el Hotel Clift, elegido tras un exhaustivo análisis de las locaciones "trendy" de SFO, con ayuda claro de las recomendaciones de los amigos locales. La cuidadosa elección fue rotundamente exitosa, a una cuadra de la Union Square con el mejor bar de moda de la ciudad, con Velvet Line para aquellos que no eran Guest, lugar ideal para disfrutar de las cálidas noches de primavera que nos esperaban.

Entrada Hotel Clift, 2015

Bueno, así las cosas abordamos el vuelo nocturno a las 22:40 horas y gracias a la Eszopiclona 2mg las 9 horas hasta Dallas pasaron rápidamente y luego seguimos durmiento durante las 3 horas restantes hasta San Francisco, llegando a las 10 de la mañana con 4 usos horarios de diferencia en contra, pero descansaditos.

Este capítulo versará sobre nuestra visita al club Twist de SFO, uno de los club mas recomendados de la ciudad. Esta vez no hubo contactos previos con parejas swingers locales, ya que debíamos pasar las previas con nuestros amigos, por lo que nos decidimos ir viernes y sábado directamente a Twinst a conocer gente in situ. Afurotunamente el matrimonio era de medio día, así que nuestros planes resultarían a la perfección.

El jueves nos dedicamos a juntarnos con nuestros amigos en el bar del Clift, realmente lo mejor de San Francisco en cuanto a movida nocturna se trata, una decoración de primera, excelente DJ y los especímenes más sexys de la zona.

interior bar Clift

Como nuestros amigos también son B side, nos enseñaron la forma de captar parejas, chicas o chicos en ese lugar, lo que no era dificil por la cultura liberal de la ciudad, donde se habla abiertamente de trios, swinger y diversidad sexual sin mayores tapujos, el vodka redbul nos acompañó en esa sesión que terminó con 5 personas en nuestra habitación del hotel, producto de nuestra noche de conquistas, reconociento evidentemente la ayuda de la contribución local. Pero bien, el artículo no puede cubrir todo el viaje, asi que a lo que vine, el día viernes teníamos programada nuestra primera visita a Twist, por lo que luego de una tarde de compras, ya que la señorita K necesitaba algunas cosas absolutamente indispensables, que, por supuesto, solamente venden allá y sin la cuales no se puede salir a ningún lado ni hacer nada en el mundo, sin que la desgracia, humillación y el mal augurio recaiga sobre nosotros,

Señorita K y el vitrineo indispensable

nos dirigimos a comprar nuestro licor para la noche.
Debo aclarar que como en muchos de los SW Place de EEUU, el sistema es BYOB, sistema ya explicado en entradas anteriores, por lo que si no han leido mis artículos anteriores no es mi problema, ya que es material de lectura obligatoria.
Aquella tarde luego de las compras, ya en el hotel, nos produjimos para la ocasión, comimos algo en el Bar del Clift, bebimos los respectivos cockteles previos y nos dirigimos a Twist, bar que queda en Bay St. con Mason St. en el sector de North Beach, cerca de Fishermans Warf, el trayecto en el taxi, producto de la geografía del lugar era un constante subir y bajar las colinas, no eramos otra cosa que James Stewart y Kim Novak en el thriller psicológico de Hitchcock.

Vértigo

Al descender del taxi, en el lado contrario de la ciudad del que veníamos, caminamos hasta donde queda el club, ubicado justamente al lado de una discotec, con mucha gente en su exterior esperando por entrar a la disco, fue pidiendo permiso entre la gente que logramos llegar a la puerta de al lado de la disco que es donde queda el club (disco que al día siguiente era el Meet and greet del club). Subimos al segundo piso y se nos presentó Twist, con un ambiente muy afable y cálido, donde te recibe un sujeto que toma los datos de la pareja, te da el número de BYOB y retira los bolsos y chaquetas, luego se pasa a un sector Lounge con dos salas bastante acogedoras, con adecuada combinación de colores e iluminación, con mesas y sillones destinados a que los asistentes compartan, se conozcan o simplemente observar contemplativamente como va evolucionado la noche. En la barra una sexy rubia con trenzas muy Euro Nice recibe y prepara los tragos, y al lado de la barra un sector lounge con una pantalla de cine, luego viene una pista de baile con los respectivos caños, que no son sino para que los usuarios se diviertan. Debemos recordar que en norteamérica y europa no se usan los famosos show en vivo que frecuentemente poco y nada aportan,  bueno, son primer mundo y en esas cosas se nota. El sistema del club es similar al de muchos otros que ya he comentado, es decir, luego del sector Lounge y pista se pasa al sector de juegos, donde previamente están los Lockers en que, como he explicado, el asistente se debe desprender de sus ropas y quedar en toalla para el ingreso. El que no sabía esa tendencia es porque no ha leído mis artículos anteriores, lo que es muy feo.

Mientras bebíamos nuestros vodkas en la zona Lounge, el club se empezó a llenar poco a poco, mucha gente joven y sexy. Yo siempre he dicho que para saber como es la gente con la que te vas a encontrar en un club, ve a la plaza pública de la ciudad y observa a tu alrededor, y tal cual, uno mira Union Square y aquella gente que ves caminar por allí es la que encontrarás en el club de la ciudad,  y si yo cada 30 segundos me daba vuelta para observar cuan mujer sexys pasaba, no fue raro encontrar gente guapa y estilosa  en el club, al fin y al cabo, es California no?.

Parejas de todo tipo veíamos, blancos con blancas, negras con negros, blancas con negros, chinos con blancas, negros con latinas, etc toda combinación posible allí estaba. No tardamos en darnos cuenta que la cosa allá es bastante rápida y al choque, estilo Velvet, luego de los primeros tragos y un breve lapso en la pista la gente empezó a emigrar en dirección a la zona de diversión, por lo que hicimos lo mismo, fuimos a pedir nuestra llave y previo importe de 10 dólares recibimos nuestro locker, nos sacamos la ropa, tomamos nuestras toallas e ingresamos. Ya habíamos estado conversando con una pareja en la mesa previamente que nos invitó a entrar, pero nostoros preferimos antes ver quien mas llegaba, ellos ya estaban en las suyas en la zona de diversión que es bastante grande, separadas por un pasillo dos extensas zonas una a cada lado con ornamentación sexy, piso de un tatami blando, cojines por todos lados, dispensadores de condones (gratis) por todas partes, gel desifectante para las manos  y dispensadores de agua helada por doquier, todo dado para disfrutar.
Era una escena muy porno ver gran cantidad de parejas jugando y manteniendo relaciones a lo largo de todo el sector de diversión, parejas para todos los gustos, por lo que nos fuimos donde estaba la pareja con quienes habíamos estado conversando y empezamos a interactuar con ellos, y como éramos los nuevos, muy observados por todos, empezaron a llegar mas parejas, las que se acercaban hasta donde estábamos; la señorita K de pronto se perdió de vista, le veía la pura tobillera entre medio de mucha piel ajena, la cosa es que yo figuraba por un lado con una gringa cuya pareja no era el que estaba con la señorita K y una morocha (negra) crespa hip hop Style, y la señorita K con otras parejas, pero todo estaba baja control, así que, qué le hace el agua al pescado dije yo, y ahora si que la cosa se parecía a la mejor época de amor libre de la década Hippie, no todo podía haber quedado en el olvido, la tierra tiene su historia y se transmite en el adn; al mirar a mi alrededor veía la mejor orgia que Pier Paolo Pasolini se haya podido imaginar.
Ya pasada las 3 de la mañana las parejas empezaron a emprender retirada, no comprendiendo como las cosas se escaparon de control de un momento a otro, pero siempre que eso es para mejor da lo mismo, daba las gracias a mi mismo de ser los nuevos en el lugar, cuanta gracia tiene detentar dicha calidad.
Cuando procedimos a vestirnos, en el sector de los Lockers, la negra hip hopera y su pareja se ofrecieron a acercarnos al Hotel, con las mejores intenciones del mundo, obviamente, y por supusto en agradecimiento los invitamos a refresacarse con una agüita a la habitación, con las mismas buenas intenciones, resultado de la fórmula: ganar el estandar de comprensión del por qué las negras son las mejores para el Hip Hop y el por qué a los negros de Nigeria los mantienen sin hacer nada las Japonesas en Tokio.

Señorita K alistandose para el matrimonio

Al día siguiente era el matrimonio, figurabamos en estado moribundo tratando de levantarnos a las 12 del día para llegar dignos a la ceremonia, con heridas de guerra, contracturas y dolores en diferentes partes del cuerpo, consecuencias directaas propias del desenfreno swinger, pero como buenos soldados que somos, nos levantamos y concurrimos al matrimonio, donde permanecimos hasta las 6 de la tarde para luego tomar una siesta y por supuesto, ir nuevamente al club en la noche, a lugares como ese no se puede perder la oportunidad para asistir nuevamente.
Y como digo al final siempre, cuando nos juntemos les contamos los que pasó el sábado.