Costa Rica y el estilo de vida Swinger Centroamericano

Eran ya unas semanas próximas al fin de año en Viña del Mar, cuando figurábamos planeando una escapada a centro América, teníamos la idea de ir a pasar el año nuevo con unos amigos del lado b de la ciudad de Santiago que se habían mudado recientemente a Panamá, y como muchas veces uno pasa por Panamá para conectar con otros vuelos pero sigue de largo y no se baja, decidimos esta vez quedarnos uno días allí y disfrutar del año nuevo con nuestros amigos. Y para después, teníamos planeado ir a conocer Costa Rica, no solo por la moda sino porque desde hace ya bastante tiempo teníamos una deuda con centro América y era una linda oportunidad para conocer uno de los países mejor valorados de la región y así mismo indagar en su cultura swinger.

Señorita K, Marvelous Suit, W Panamá

Así llegó la madrugada del 30 de diciembre del 2019 y partimos con destino a ciudad de Panamá que nos recibió con los cielos un poco nublados, pero con una temperatura que bordeaba los 30 grados, ideal para empezar este pequeño stop over antes de seguir nuestro camino a Costa Rica. Nos alojamos esos días en el hotel W de ciudad de Panamá con unos puntos que teníamos de la aplicación Marriott Bonvoy, por lo que afortunadamente no gastamos en alojamiento, tratamos por las páginas típicas de contactos swinger incluido Tinder y 3fun de contactar alguna pareja para salir el día antes y el día después de año nuevo, ya que el 31 lo teníamos reservado para pasarla con nuestros amigos, y al correr de las horas en Panamá, pese a hacer bastantes likes no pudimos concretar una cita para el día 30, en SCD poca gente contestó y los que lo hicieron no eran el perfil que buscábamos, y por otro lado en Tinder muchos buscando compartir fotos, conversar pero al momento de concertar una cita las excusas fluían raudamente, por lo que solo nos dedicamos a conocer la ciudad, salir por unos tragos en la noche y guardarnos para la celebración de año nuevo.

señorita K, morning W Panamá

Ya al día siguiente, al juntarnos con nuestros amigos Santiaguinos, ahora Panameños, nos contaban que aun está muy en pañales el estilo de vida swinger en ciudad de Panamá, es una sociedad bastante conservadora con un elevado nivel de machismo, y que se está abriendo al mundo y a las nuevas tendencias gracias a los expatriados que llegan a trabajar a la ciudad, que cada día crece como centro de negocios por su conectividad y capacidad mercantil.

Luego de pasar un agradable año nuevo con ellos y perdernos en el casco antiguo de la ciudad, entre las fiestas celebracionales y antros locales los recuerdos se tornan bastante difusos y en definitiva terminamos volviendo al hotel a altas horas en un estado no precisamente de gente bien, pero bueno, era año nuevo, correspondía.

Al día siguiente si bien hicimos algunas búsquedas, lo cierto es que no hubo mayor éxito por lo que solo aplicamos salida en modo confort, para así guardar energías para Costar  Rica, país al que partíamos al día siguiente, esperando tal vez en algún stop over futuro, volver ya con mayores expectativas, cuando nuestros partner tengan armado un buen grupo, lo que seguramente será muy pronto.

Mr. K, Panamá

Al día siguiente, nos dirigimos a medio día al aeropuerto para tomar el vuelo de una hora y media con destino al aeropuerto internacional de Liberia, la ciudad mas importante de la región de Guanacaste en Costa Rica, los pocos vuelos internacionales que llegaban a ese aeropuerto parece que llegaron todos juntos y tuvimos que esperar bastante para inmigración junto a un vuelo de American y otro de air Canada, pero hay que decir que al menos la vista se entretuvo.

Sabíamos que la moda a nivel gringo de Guanacaste nos podría traer mejor suerte que en Panamá, así que apenas arrendamos el auto y la señorita K, chofer designado como es de costumbre, conducía en dirección al parque El Volcán de la Vieja, en donde alojaríamos un par de días, yo hacía las correspondientes búsquedas en la región para ver que se podía concertar. 

Borinquen Mountain Hotel And Spa

Partiendo de montaña a mar, nuestra primera parada fue en el parque El Volcán de la Vieja, donde nos alojamos en el Borinquen Montain Resort and Spa, un lugar muy tranquilo, a una hora y media de Liberia en auto, con carreteras bastante aceptables pese a las malas críticas que recibían en los blog de opinión, con algunos tramos de tierra, pero no mas que cualquier camino secundario de las zonas interiores de cualquier región de Chile. Pese a que recomendaban 4x4 lo cierto es que con cualquier auto hubiésemos llegado de igual forma, lo que sucede es que como va mucho gringo y están acostumbrado a carreteras de 6 pistas por lado, para ellos es toda una aventura encontrarse con una vaca en el camino  o manejar por caminos de tierra, por eso muchas veces hacen recomendaciones exageradas.

            Una vez en el hotel, nos dimos cuenta que quedaba muy lejos de cualquier lugar civilizado, y nos dedicamos a las arte del descanso y la gula, es un lugar muy bonito para estar un par de días con la pareja, con múltiples lugares para ir de paseo de los cuales recomendamos reservar en SENSORIA LAND OF SENSES, que queda adentrado en la montaña donde podrán recorrer busques con especies únicas, animales exóticos, nadar en termas naturales, cascadas y pasar un gran día, como así mismo hacer cabalgatas o ir a termas naturales y baños de barro en el Parque Rincón de la Vieja.

Señorita K, Sensoria

            Luego de dos noches de pareja en aquel lugar, nos dirigimos a donde esperábamos tener la mayor acción, una semana en la Reserva El Conchal. Luego de hacer el check out nos dirigimos en nuestro Nissan 4x4 por aproximadamente 3 horas hasta el océano pacífico, llegando a eso de las 4 de la tarde al Hotel W Reserva el Conchal, una gran elección, inmerso en la naturaleza, entre la playa y un manglar llegamos a nuestra suite, con una linda vista a la playa El Conchal, playa que era casi exclusiva para los huéspedes del hotel, ya que por un lado limita con un Manglar y por el otro con el campo de golf del hotel Westin.

El hotel, muy bonito, muy exclusivo con un estilo playero hippie chick y lo mas importante, a 20 minutos en auto de Tamarindo, epicentro del carrete.

            Durante la semana que permanecimos en el lugar pasábamos la mayor parte del día en la playa en conchal y también visitando otras playas cercanas como la playa Danta, Dantita, playa hermosa, y por su puesto Tamarindo.

            A diferencia de lo que ocurrió en Panamá, el Tinder explotaba!, en su mayor parte de parejas de Estados Unidos y Canadá, ya que tienen vuelos directos al Aeropuerto de Liberia sin pasar por San José, quienes la actividad preferida que profesaban era el Surf diurno y el carrete nocturno.

Señorita K en Dantita Beach

            Tuvimos citas prácticamente todas la noches, de las cuales tres se concretaron en invitaciones al hotel con los correspondientes after, claro que a diferencia de lo que se puede pensar por la moda que tiene actualmente Tamarindo, la gente que va  a esa playa es muy relajada, piola, totalmente ecofriendly, hay mucho surf, yoga, música electrónica y healthy food.

            Los primeros chicos con que nos juntamos fueron con unos canadienses que venían a Tamarindo por algunos meses para tratar de implementar su negocio de fotografía acuática, gente muy joven y amigable, con los cuales fuimos a un local de nombre El Garito, boliche referente de la música electrónica en esa localidad y que abre casi todos los días con bastante público. Afortunadamente ambos eran absolutamente de nuestro gusto, ambos con muy buen físico y con un estilo muy relajado, como todo allá, luego del dancing respectivo y como habíamos traído un rico vodka del duty free los invitamos a nuestro hotel donde nos refrescamos en la piscina y luego tuvimos un agradable after swinger de aquellos que nos gustan a todos.

Srta. K, el Conchal, Guanacaste

            Las otras dos parejas con que tuvimos onda eran de Estados Unidos  y Argentina, un poco menos hippies que los primeros eran los gringos y los argentinos bastante menos. Con ellos nos juntamos simultáneamente en el Bar Pacífico, otro muy buen punto para reunirse y pasar una buena noche, pese a haber quedado primero con los gringos poco mas tarde de la confirmación me confirmaron también los argentinos así que nos citamos en Pacifico todos y nos fuimos de fiesta hasta que nos echaron como a las 4 de la mañana, decidiendo partir todos a nuestro hotel ya que el de ellos era mucho menos piola, claro que ya no nos quedaba vodka así que hubo que sacrificar frigobar y llevar algo que pudimos comprar en el centro camino al hotel que no fue mucho por la hora, en definitiva otro carrete de aquellos que valen la pena.

            La verdad es que la zona de Tamarindo es una excelente locación para contactos liberales, y tiene para todos los gustos, desde hoteles muy exclusivos hasta hostales de surfistas, y toda la gente es muy amigable, moverse en auto arrendado es muy fácil, no se cobra estacionamiento, casi no hay policía y la gente en general maneja bastante bien, mucho mejor que en Chile en todo caso.

Mr. K, W hotel, El Conchal

            La señorita K como es muy hippie se sintió bastante a gusto y sino fuera por que otra pareja con que nos juntamos el chico era muy bajito habríamos tenido otra noche de aventuras antes de continuar nuestro recorrido, pero de igual forma, siempre que se sale con alguna pareja aunque no se llegue a mas porque no hay una química mutua, de igual forma es experiencia ganada.

Volcán de la Vieja

            Luego de pasar esa semana en El Conchal y recorrer sus playas, alrededores y vida nocturna, nos dirigimos a la capital, para conocer San José y el Parque Manuel Antonio.

            En San José estaríamos 4 días, de jueves a lunes y teníamos las ganas de conocer al menos dos de los club que existen en la capital de Costa Rica.

            El camino hasta San José es bastante agotador, son mas de 4 horas y media manejando por carreteras de una pista por lado con una velocidad máxima de 80 Km/h que todos respetan, con lo que nuestra conductora oficial estaba desesperada, por suerte nuestro Nissan no andaba muy rápido y debía abstenerse de sus clásicas aserruchadas, así que nos tardamos bastante en llegar, ya adentrándonos en el centro de la ciudad el trafico era bastante pesado y afortunadamente nos quedamos en las afueras de la ciudad en el Marriott hacienda Belén, que es un hotel estilo colonial con un gran Parque y una  cancha de golf, se dice cinco estrellas, pero no da para mas de cuatro, pero tiene una arquitectura muy bonita y entornos naturales muy agradables.

Señorita K, W El Conchal

            Llegando, el día jueves por la noche nos juntamos con una pareja de San José en un barrio llamado California o “cali”, unos chicos muy simpáticos, que a pesar de que eran soft nos agradaron bastante, pudimos conocer un poco mas del estilo de vida swinger en la capital, los club que debíamos visitar y algunos consejos que siempre son bien recibidos, salimos a bailar y todo iba súper bien, hasta nos hicimos alguna expectativa de que abandonaran el soft, pero en una de las discotec lamentablemente le robaron el iPhone de la cartera a la señorita k, lo que la emputeció y se amurró decidiendo devolverse al hotel. Claramente como en cualquier capital, pese a que se ve una ciudad muy segura hay que andar con cuidado, además el barrio era muy concurrido, lleno de locales y gente en son de fiesta, por lo que es la oportunidad para el flayte local para hacer de las suyas, lamentamos no poder haber conocido mejor a esa pareja, o mas profundamente si se entiende bien.

            Al día siguiente fuimos a conocer el centro de la ciudad, nada del otro mundo, algunos edificios bonitos y bien conservados, el Teatro y la Catedral valen la pena visitarlos, pero yo no dejaría muchos días para pasarlo en San José, optaría directamente con ir a la zona de Manuel Antonio a las playas y el Parque nacional que se encuentra a un par de horas de San José.

Mr. K, Marriott Hacienda Belén

            El día viernes fuimos a uno de los club recomendados de nombre zona X, que me hizo recordar mucho a Imperio, es muy parecido el estilo, quedaba a una media hora desde donde nos estábamos alojando, en las afueras de la ciudad también y era un estilo parcela, en que te abrían un portón y se entraba con el auto estacionando al interior. Era una casa bien grande con piscina, sectores exteriores, una pista de baile, piezas para interactuar y los dueños hacían las veces de anfitriones, DJ, Bartender y Show, y a parte también interactuaban, era mas parecido a una fiesta de amigos que un club comercial. No había pago con tarjeta de crédito y los tragos eran bastante suaves, por lo que quedamos con un poco de sed, como buenos chilenos. Ese viernes no habían muchas parejas y terminó relativamente temprano, por lo que luego de estar en ese lugar nos fuimos a otro lugar a terminar la noche en la zona de Escazú.

            El día sábado fuimos a conocer el club Mameli, otro de los recomendados, ese quedaba en el mismo barrio del hotel en que nos hospedábamos, a unos 6 minutos en auto, no se parecía en nada al anterior, quedaba en una zona residencial, un sector parecido al de Oops en Barcelona para hacer algún paralelo y era club swinger y hotel Boutique, en donde la gente que venía de mas lejos podía reservar habitaciones para quedarse en el lugar. Era una casona muy grande estilo palacete, con decoración muy bien cuidada, espacios muy amplios, piscinas, jacuzzi, zonas exteriores para fumadores, habitaciones de juego, pero con un estilo mas elegante que el anterior, un poco mas local comercial que el del día viernes, no podría establecer un paralelo con chile como Zona X que podríamos asimilarlo a imperio, pero podríamos compara un poco con algunos club de Italia que ocupan grandes casas  estilo mansiones para desarrollar su actividad.

Señorita K, Marriott Hacienda Belén

            En ese lugar el numero de personas asistentes era mayor y también hacían una especie de show, que como en el caso anterior, también la performance estaba a cargo de los propios dueños, los tragos eran un poco mas caros pero contaban con tarjeta de crédito para las compras y con servicio de cena también, por si se anda con hambre, lo que siempre es una buena opción. El lugar es mas impersonal que el anterior pero muy entretenido , parejas bastante lindas, locales y extranjeras, y se puede disfrutar hasta altas horas de la noche, una agradable experiencia.

            Podemos decir que conocimos en San José dos club distintos, ambos bien agradables, tal vez uno nos gustó mas que el otro, pero todo depende de los gustos de cada quien, porque la gente fue muy amable y buena onda en ambos, pero evidentemente en esta entrega nos quedamos con las aventuras en Tamarindo, por que si bien los club están empeñados en brindar un buen servicio, lo cierto es que son todavía incipientes y no han dado un vuelco a la profesionalidad de la actividad comercial que desarrollan, profesionalidad que hace que se perfeccione el servicio, que se busque mayores utilidades atrayendo a mas gente entregando un ambiente mas cuidado y mas estandarizado en relación al resto de los clubs del mundo. Pero con lo que visitamos pudimos apreciar que van en muy buen camino, y que el numero de adherentes al estilo de vida swinger va  a ir creciendo como en el resto del mundo y veo en Costa Rica un país lleno de posibilidades y con un estilo swinger incipiente que va requiriendo mas y mejores locales y en general servicios en el ámbito del lifestyle!

            Volveríamos de todas maneras, en especial a Guanacaste, pero para la próxima dejamos pendiente el lado del Caribe del país, que espero podamos pronto contarles que tal está.