Experiancias de vida, eróticas muchas de ellas, para personas abiertas de mente, swingers y otros locos. Ig: @andreaypablo69
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jueves, 14 de noviembre de 2019
Paseito sw por las Islas Baleares
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miércoles, 5 de junio de 2019
Descubriendo la Rivera Nayarit
Así
como en la vida en general estamos viviendo una época en que somos cada vez mas
estructurados, mas rutinarios y tal vez un poco flojos, sentimos que es sano
ver hacia fuera y observar que hay mas cosas de las que estamos acostumbrados a
ver, muchas veces nos privamos inconscientemente de posibilidades que están a
la mano y que no vemos por estar inmersos en la cotidaneidad o por no atrevernos
a gastar tiempo en probar lo desconocido o sentirnos agobiados ante lo
impredecible, prefiriendo situaciones mas cómodas, ciertas y seguras.
En
las actividades swinger me he dado cuenta que también pasa lo mismo, cuantas
veces no nos atrevemos a hacer algo distinto o a conocer nuevos lugares o a
jugar un poco a la aventura por estar acostumbrados a lo mismo, o porque
tenemos tal vez prejuicios creados por el propio ambiente en que nos movemos.
¿Han pensado por ejemplo, tal vez en alguna ocasión en ir a conocer un club
pero después dicen no mejor que no porque he escuchado que allá pasa esto o
esto otro y no es mi onda y finalmente no van y no conocen quedándose siempre
en lo mismo? O no van a una fiesta porque va una pareja que Uds. creen que no
les va a simpatizar, o no quieren ir a cierto sector porque queda muy lejos?
Bueno, así como en la vida en general esa falta de riesgo lleva a la monotonía,
creemos en que en el lado B pasa lo mismo, y es tan simple que con salirse un
poco del esquema y atreverse un poco mas no haciendo caso a prejuicios,
representaciones mentales o creencias y experimentar ambientes nuevos para que
luego se empiece a encontrar todo
nuevamente mas entretenido, resinificando el quehacer swinger en nuestro estilo
de vida, sobre todo para las personas que llevamos hartos años en esto.
Esto
lo pensamos una vez empezando el verano 2019, en que queríamos ir a algún lado
para salir un rato de Viña que en los veranos cada vez esta mas penca y siempre
se nos repetían en la mente los mismo lugares de siempre, pensamos en México con Cancún (desire – temptation), pensamos en
Jamaica con Negril (hedonism) y así con los típicos lugares a que uno siempre
va y se vienen a la mente en forma automatizada, así como en el día día muchas
veces se repiten las mismas ideas y conductas.
Punta de Mita |
Y
bueno, conversando con una amiga de Yoga nos contaba que por ejemplo México es
mas que ciudad de México y la Rivera Maya, que hay lugares maravillosos que la
gente no conoce y que sin embargo tienen mucha onda liberal y se puede pasar
distinto pero igual de bien tanto o mas que en Cancún o Playa del Carmen, y nos
recomendó ir a la Rivera Nayarit, cerca de Puerto Vallarta, un lugar de Yogis,
Surfers y gente Ecofriendly, específicamente nos dijo que fuéramos a Sayulita,
San Pancho y Punta de Mita.
Señora K, W Punta de Mita |
Fue
de esta forma, y como ya conocíamos de México el DF y la Rivera Maya, nos
aventuramos a conocer nuevas tierras y tratar de encontrar parejas de nuestra
onda en el terreno mismo, olvidando lo bien que lo hemos pasado en otros lados de
México, porque nada dice que solo allí se puede pasar bien, total, haciendo
memoria en los lugares mas inhóspitos como cuando anduvimos en Transilvania,
Bielorusia, Varsovia , Bali o Dubai , siempre está presente el ambiente liberal
y de alguna forma u otra lo hemos encontramos.
Fue
así que con un vuelo con escala en ciudad de México llegamos hasta Puerto
Vallarta, pasamos a buscar nuestro auto al rent a car y partimos a la Rivera
Nayarit en nuestro Nissan Sedán (por suerte la señorita K no se espantó tanto
al tener que manejar un sedan).
Condujimos en un trayecto de 45 minutos
aproximadamente hasta el hotel W ubicado en Punta de Mita, la carretera es
buena y después los caminos interiores que siguen son súper fluidos y
transitables sin dificultad, afortunadamente no pasamos malos ratos con la
policía como en Cancún en que tienes que sobornarlos para que te dejen seguir
tranquilo sin infraccionarte por cualquier cosa. En el camino pasas por varias
playas de distintos estilos y afluencia de gente, desde lugares solitarios
hasta playas llenas de surfistas.
Mr. K |
El
hotel quedaba por un camino interior que llegaba a una playa pasando entre
mucha vegetación y senderos serpenteantes, llegando a un lugar muy estilo
playero pero a la vez elegante y con una playa privada de lujo, no de color
turquesa como en el lado del caribe pero si muy tranquila, arenas blancas y con
una temperatura que no pasaba los 28 grados ni bajaba de 24, cielos siempre
soleados, nada de lluvia y con gente muy relajada que tomaba el sol al ritmo de
los bit de un DJ.
Todo
el hotel era con Villas de diferentes tamaños y estilos casi todas independientes
unas de las otras, muy estilo Hanging Garden of Ubud, con sus terrazas y algunas como la de nosotros con piscina, ideal para
invitar algunas personas sexys a refrescar la noche.
Luego
de inspeccionar el sector y los asistentes, empezamos obviamente a estudiar las
posibilidades, nuestro amigo Tinder y algunos amigos mexicanos que hemos
conocidos en otros viajes nos ayudaron mucho y nos dieron algunas luces de lo
que era la onda del lugar y donde ir para tener éxito, pero mientras
aprovechamos la playa, corrimos algunas olas y bebimos los tragos locales para
entrar en ambiente y aventurarnos a conocer esa parte de la Rivera Nayarit.
Sra K ejercitándose en W Punta de Mita |
Harta
gente de ciudad de México y de California alojaba en el hotel, mucha pareja que
iba a relajarse y a salir en las noches por algo de entretenimiento. Por la
noche anduvimos en el lobby bar para analizar el espectro y encontramos algunas
posibilidades entre las cuales estaba una pareja de luna de miel del DF y otra de San Francisco que andaba media
empastillada, últimos a quienes invitamos a la piscina a tomar el vodka que
trajimos del duty free, pero como buenos californianos no pasó mas de las 2 y
estaban muriéndose, así que esa noche parece que nos transformamos en soft y no
se transformó en el clásico after full cuático destructivo al que estamos
acostumbrados, alomejor nos estamos poniendo mas viejos, o no, la verdad es que
los gringos eran medios débiles, pero igual algo soft de vez en cuanto, muy de
vez en cuando, no es malo.
A
los días siguientes decidimos ir a Sayulita que queda a unos 20 minutos de
Punta de Mita, conocida por su fiestas, vida alternativa, y surf, nos
imaginamos un poco que sería como Uluwatu, donde tuvimos increíbles
experiencias, pero sin tantos australianos, así que pescamos nuestro súper
Nissan Blanco, que picaba de 0 a 100 en unos 15 minutos mas o menos y partimos.
Sayulita Beach |
Bueno
Sayulita es un pueblito de playa pequeño con calles estrechas y harto visitante
ultra shuer loco, pero ultra ultra; la marihuana era como la agüita mineral que
uno toma antes del Jagger para hidratarse, y el mas sano andaba persiguiendo
una serpiente imaginaria en medio de la calle. Así que dejamos el auto en un
parking y salimos a pie a interiorizarnos del sector, buscamos donde arrendar
algunas tablas para probar el mar y pasamos la tarde recorriendo y en el agua.
Estéticamente es mas bonito Punta de Mita, pero Sayulita tiene mas onda, Punta
de Mita es mas hippie chick, de gente con muchas lucas que va a carretiar para allá
en una onda un poco mas cool. Sayulita en cambio es mas Hippie rancio y
surfista aventurero, allí también encontramos harto movimiento LGTB y mucho
naturalismo.
Nos
decidimos pasar la noche allí y buscamos un lugar para quedarnos y poder ir a
las fiestas sin tener que regresar al hotel manejando, así que cerca de la
playa habían unas cabañas que tenían disponibilidad y en ellas descansamos un
poco para prepararnos para la noche.
Mr. K Yogis, Sayulita |
En
la noche salimos, comimos harta mugre en los múltiples locales que venden
comida a la calle y fuimos a bailar al ritmo del house a una casona cerca de la
plaza, donde nos juntamos con unos amigos de mi amiga de Yoga que nos
enseñarían la noche de Sayulita, nos movimos con ellos por varios locales,
probamos muchas cosas y terminamos bailando en las orillas de la playa en la
cabaña que arrendamos hasta que amaneció, nuestros nuevos amigos se quedaron
con nosotros, nos cacharon toda la onda y hasta el día de hoy creo que mi amiga
de Yoga me mira raro, pero imagino que lo que sucedió en Sayulita queda allá, y
no le hayan contado muchos detalles, ojalá.
Ya
de vuelta nos llevamos hasta Punta de Mita a los amigos nuevos donde los
dejamos en la playa pública y luego nos dedicamos a descansar un poco en el
hotel, hacer un poco de lado a y seguir buscando la diversión para el viernes y
sábado que se venían que pensábamos pasar en San Pancho y tal vez ir a Puerto
Vallarta. Entre tanto ya el jueves llegó mucha gente al hotel, mucho grupo de
mujeres y hombres solo buscando diversión, un grupo de tres chicas veinteañeras
mientras yo salí a correr unas olas se acercaron a la señorita K y le pidieron
si quería acompañarlas a engrupirse a cuatro gringos que
estaban en la piscina, a lo que la jote de la señorita K accedió inmediatamente, cuando llegue vi muy cómodos a las cuatro chicas y cuatro chicos sentados tomando alcohol en la piscina, quien es uno para ir a molestar así que me dediqué al sol hasta que la señorita K llega y me cuenta sus aventuras al final no fueron exitosas porque resultó que los 4 chicos eran 2 parejas de niños que tenían un porcentaje inferior al 0% de heterosexualidad, así que las pobres chicas se quedaron con las ganas, yo iba a decirles que yo alcanzaba para todas, pero bueno, esas tonteras las digo mas en la noche.
estaban en la piscina, a lo que la jote de la señorita K accedió inmediatamente, cuando llegue vi muy cómodos a las cuatro chicas y cuatro chicos sentados tomando alcohol en la piscina, quien es uno para ir a molestar así que me dediqué al sol hasta que la señorita K llega y me cuenta sus aventuras al final no fueron exitosas porque resultó que los 4 chicos eran 2 parejas de niños que tenían un porcentaje inferior al 0% de heterosexualidad, así que las pobres chicas se quedaron con las ganas, yo iba a decirles que yo alcanzaba para todas, pero bueno, esas tonteras las digo mas en la noche.
Sra. K reposando |
Esa
noche cenamos en el restorán Thai del hotel “Spice Market”, uno de los mejores
en que he comido ese estilo culinario, tal vez igualable solo al Hakkasan deLondres en sabor y onda, luego de lo cual nos quedamos en el LobbyBar que se
transforma como en una especie de disco los fines de semana y nos hicimos mas
amigos de las chicas que conoció la señorita K en la tarde, con las que
coordinamos para visitar San Pancho al día siguiente.
San
Pancho es otro pueblo de la Rivera Nayarit que queda al norte de Punta de Mita,
la playa tiene arenas mas claras que Sayulita y el mar es mas transparente
aunque las olas no son tan formadas como en el primero, la onda es mas parecida
a punta de Mita que a Sayulita pero igualmente con un estilo mas alternativo y
un carrete mas desenvuelto y relajado. En ese lugar conocimos a una pareja de
Tinder con la que carretiamos juntos con las chicas del hotel, pero el sujeto
no era del gusto de la señorita K, a quien calificó de “hippie marihuanero sin
brillo”, con lo que evidentemente no tenía ninguna posibilidad de acceder a la
chica, que era una Mexicana bien linda, pero son cosas que pasan. Dos de las
chicas del hotel se perdieron en el camino y al final nos quedamos la pareja,
la chica y nosotros carretiando en los bares del pueblo y una pequeña disco que
había visitada mayormente por turistas del DF. Ya tarde y como no hubo onda con
el tinderazzo, preferimos regresar al hotel y aprovechamos que la chica andaba
media sobria para que manejara y nos fuimos a pegar un piscinazo a nuestra
villa con la chica y a tratar de manosearla y llevarla por la senda del mal,
logrando solamente éxitos parciales.
Despertando en la habitación |
Otro lugar que vale la pena de la
Rivera es la playa escondida, que es una reserva de la biosfera que queda
ubicada muy cerca de Punta de Mita pero que admite solo 60 personas al día
divididas en 3 grupos , es algo maravilloso que vale la pena visitar y para lo
cual debes nadar unos 100 metras desde donde te deja la lancha y llegar a una
playa dentro de un cráter de un cerro es algo imperdible. A la ciudad de Puerto
Vallarta no alcanzamos a ir, por que nos quedamos carretiando la última noche
en el hotel, donde cada vez llegaba mas gente, pero por un lado mejor porque
nos hubiéramos salido del estilo de paseo y carrete que estábamos llevando que
apuntaba a algo mas playero y pueblerino que al de una gran ciudad como es
Vallarta.
Mr K sunset Surf, San Pancho |
Concluyendo, fueron 8 días de harto paseo fiesta y encuentros
raros, tal vez mas soft que veces anteriores pero que sirve para purificar el
alma swinger y encontrarle sentido al estilo de vida que llevamos y que
continuaremos esperamos por muchos años mas, o al menos hasta donde nos de el
cuero, después de esta ultima arrancada ya nos quedamos mas tranquilos pasando
el invierno en casa para esperar Septiembre en que se viene el Take Over de
Ibiza en que estaremos contándoles en una nueva entrada que tal estuvo, aunque
les dejamos pendientes la visita a Rio que hicimos en diciembre que si me da la
motivación la plasmaré en el blog pronto.
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