Después de haber pasado unos agradables y excitantes diez días
en Indonesia, y haber conocido varias parejas con las que tuvimos magnificas
experiencias, si bien un poco cansados, nos dirigimos a nuestro siguiente
destino, la ciudad de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos.
Habíamos leído bastante de Dubái, porque existían opiniones
diversas en cuanto a requisitos de ingreso, códigos de vestimentas, artículos
prohibidos, vida nocturna, bebidas alcohólicas, etc., pero por otro lado la
experiencia nos ha enseñado que las personas perciben la realidad de manera
totalmente distinta, y sin entrar a filosofar si existe una sola realidad o
esta es solamente una construcción individual, mutable y relativa, lo cierto es
que siempre tomamos estas opiniones con un porcentaje de duda, por lo mismo,
nos quedamos básicamente con lo que decían las páginas oficiales y alguna
experiencia personal de amigos que ya habían visitado el lugar.
vuelo Indonesia - EAU |
Fue así como ya a mediados de septiembre partimos desde Yakarta
a Dubái en un vuelo de Emirates que duró aproximadamente unas 9 horas, en
contra del uso horario de Indonesia, por lo que ganábamos tiempo a medida que
pasaban las horas, saliendo a las 16 horas y llegando a las 21 horas a Dubái.
Sobre lo que les había contado de no tomarse tan en serio
las recomendaciones, bueno eso es así por mi parte, pero para la señorita K las
recomendación simplemente son inexistentes, por lo que pese a las advertencias aterrizamos
en el aeropuerto de Dubái, yo muy fino y elegante y la señorita K con Short,
polera sin mangas y guata al aire, porque pese a las recomendaciones que le di,
según ella, como teníamos fast track, no se preocuparían por nosotros.
Bueno, la verdad de las cosas algo de caso hay que hacerle a
las recomendaciones, y por mucho fast track que teníamos por la bussines class
de Emirates, a la primera que pararon fue a la señorita K y a mi, perdiendo
como 20 minutos en que nos registraran de pies a cabezas, preguntando por todos
y cada uno de los remedios que llevábamos, registrando nuestro equipaje de
manos, para luego amablemente agradecer por nuestra paciencia pero eran cosas
de seguridad y darnos la bienvenida a los EAU, al menos a diferencia de los
gringos piden disculpas. Pasando ya el control de seguridad, recogimos nuestro
equipaje y nos reunimos en el meeting point con el chofer del hotel donde nos
alojaríamos, que era el Armani Hotel Dubái, ubicado en el edificio mas alto del
mundo el Burj Khalifa.
Señora K y el Burj Khalifa |
El haber elegido ese hotel fue una muy buena decisión,
quedaba en pleno centro de Dubái, tenia mucho estilo, estaba muy cerca de los
club con la mejor vida nocturna, y recordamos que nuestra experiencia en Armani
Milán fue muy buena también, así que cuando encontramos a nuestro chofer, nos
llevó hasta donde nos esperaba un Bentley que nos trasladó hasta el hotel.
Pese a que no contábamos con red telefónica porque los
roaming de las compañías Chilenas no operan en los Emiratos Árabes Unidos, la
ciudad tiene internet gratis y en todos los lugares prácticamente la wifi es
abierta, por lo que nuestro temor a ver mermada nuestra capacidad de tinderiar
y contactar parejas para encuentros locales se desvaneció y nos quedamos mas
tranquilos.
En realidad en Dubái
el tema de la vestimenta para los extranjeros no tiene gran importancia, salvo
para pasar piola en el aeropuerto sin ser revisados, pero ya pasado eso la
verdad nadie pesca como andas vestido, y es lógico porque es una ciudad pensada
para el turismo y en que el 80% de los residentes son extranjeros, pero vasta
con cambiar de Emirato e ir por ejemplo a Abu Dhabi que queda solo a 90 minutos
de Dubái, para que ya empiecen a mirar raro a las mujeres mostrando mucha piel.
Llegamos al hotel luego de observar en el trayecto una
ciudad que funciona a la perfección con carreteras impecables, todo excesivamente
limpio y gente amable, recibiéndonos y dándonos la bienvenida ya desde la
entrada por nuestros apellidos Sr. y
Sra. K, (a esa época ya habíamos contraído el sagrado vínculo de la unión
civil), nos llevaron a nuestra Suite donde hicimos el check in y apreciamos la
linda vista desde el balcón a la fuente musical mas grande del mundo, una
maravillosa vista en un lugar excepcional.
Señorita K en la terraza de la habitación |
Ya algunos contactos habíamos hecho por SDC, y nos contaron
un poco el panorama, por lo que ya sabíamos mas o menos como era el asunto por
allá, claro que obviamente preferimos conocer parejas por Tinder y en Terreno,
pero teníamos la carta de sdc por si acaso.
Sabíamos que alcohol solo se puede consumir en los hoteles y
por extranjeros, lo que podía sonar chocante, pero una vez allí nos dimos
cuenta que casi todos son extranjeros y que todos los mejores bares y club se
encuentran en los hoteles y que al igual como Las Vegas cada día tenía su club,
algunos días en el hotel Armani, otros en el W, en el Fairmont, etc. Y lejos de
los que podíamos imaginar, si bien todos eran muy elegantes, las chicas iban
sexymente vestidas y su actitud no era distintas a la que podríamos encontrar
en cualquier otra gran ciudad de occidente. Al interior de los club y bares de
los hoteles no te imaginas que estás en pleno medio oriente y que estas en una
ciudad construida al final del desierto donde éste se junta con el mar (Golfo
Pérsico).
Llegando al hotel nos duchamos, cambiamos de ropa y salimos
al bar del hotel para averiguar un poco mas de la ciudad que nos albergaría por
los siguientes 5 días. Llegamos un día lunes tarde, así que mucho que hacer no
alcanzábamos mas que tomarnos unos tragos
y ver si hacíamos algún conocido para que nos contara mas de la ciudad,
aprovechamos también de buscar parejas por tinder, lo que fue muy fácil además
de muchas chicas solas buscando diversión al igual que en Bali. Así que ya con
contactos hechos esa noche fuimos a la cama temprano para comenzar nuestra
aventura en Dubái al día siguiente.
Saliendo, listos para la acción |
La noche del martes era Ladys Night en el Club Armani Prive,
y era el lugar donde todo el mundo iría. Ya habíamos contactado por Tinder a
una pareja residente con quienes nos juntaríamos en el lugar, así que luego de
pasar un día recorriendo el mall mas grande del mundo, donde te topas con una
pista de esquí, un acuario donde puedes nadar con los peces, la fuente mas
grande del mundo y otras cosas insólitas como asistentes de compras, minis
carritos Bentlys que te trasladan de tienda en tienda para no agotarse con las
distancias que existen al interior del mall, los curiosos baños para las
mujeres musulmanas etc, y un montó de cosas mas que solo verías en Dubái, nos
retiramos a arreglarnos para nuestra primera noche.
Hicimos una previa preventiva en la habitación con unos
vodkas, no fuera a pasar que te sirvieran el copete muy suave o salieran con
alguna cosa rara, era mejor prevenir, así que luego de unas copas en la suite
nos fuimos caminando hasta el Club, claro, por suerte que quedaba cerca porque
el club era fuera del hotel y a veces caminar con mas de 40 grados no es tan
agradable, pero era cerquita. Al entrar vimos a unas mujeres discutiendo con
los gorilas de la puerta y dijimos parece que se ve difícil la cosa, así que
como hemos aprendido, tranquilitos en la fila sin escándalo ni hablar mucho en
español. Pese a que era ladys night a muchas mujeres no las dejaban entrar, lo
encontraba raro, pero pudimos llegar a la entrada y no tuvimos ningún problema
para entrar, es mas el anfitrión nos escuchó hablando entre nosotros y resultó
ser español y nos contaba que cuando sospechaban que alguna chica era
prostituta no las dejaban entrar y ese era el motivo de las negativas que
habíamos visto. Así entramos al club, muy parecido al Prive de Milán pero con
mas tecnología y al rato nos encontramos
con la pareja que habíamos quedado, él
era de Rumania y ella de Estonia, ambos trabajaban en operaciones de futuro
para una empresa de los Emiratos, jóvenes que se vinieron a buscar mejores
horizontes a Emiratos.
Sra K tomando solcito en la terraza |
El tipo tenía pinta de gitano pero muy elegante, moreno y
alto como le gustan a la señorita K y la chica una colorina pecosa con tremenda
figura, muy elegantes y simpáticos, como nosotros habíamos estado en Rumania
hace un par de años hicimos buenas migas altiro con la pareja, incluso conocían
a una pareja Rumana con quienes nosotros nos habíamos juntado en alguna ocasión
cuando estuvimos en Fort Lauderdale, ellos nos contaban que Dubái esta lleno de
Europeos de los países que no están muy bien económicamente y que se vienen a
buscar mejores empleos y puestos de trabajo, y que en Emiratos les va muy bien
a los profesionales extranjeros, además los sueldos que reciben son íntegros,
no les descuentan ni impuestos ni salud, ni previsión social, de todo eso se
hace cargo el Rey y el estado, y claro, lo que decían nos hacía mucho sentido,
en el club si bien habían árabes habían muchos mas extranjeros, muchas personas
del Este de Europa, también nos comentaban que el swinger es muy común pero
claro no habían club porque estaba prohibido los club fuera de los hoteles,
pero si se juntaban en casas y hoteles a hacer fiestas y que era muy fácil
encontrar parejas afines por Tinder y otras aplicaciones mas locales.
antes de cerrar la noche |
Así carreteamos harto rato en el club, las mujeres tenían
copete gratis, lo que encontré genial, y la música era como estar en el mejor
club de Ibiza así que nada de que quejarse, incluso la chica de Tellín hablaba
un poco de español lo que le causó gran simpatía a la señorita K, la chica era
del todo mi gusto así que rogaba que también lo fueran su pareja para la señora
k, afortunadamente el moreno Rumano fue del gusto de ella y nos pudimos ir al
after hour a nuestro hotel que quedaba
al lado, al principio lo encontraban un poco arriesgado porque algún huésped
nos podría escuchar o llamar a la policía pero la verdad es que nuestra suite
era la última y era muy grande, no era muy factible algún tipo de problema por
lo que al final se convencieron y nos fuimos al hotel donde pedimos unos
copetitos para amenizar la noche para luego pasar a lo que todos saben, nunca
comento nada de los encuentros pero debo decir que creo que hay que visitar
Estonia prontamente.
Al día siguiente un poco encañados pero contentos decidimos
ir a la playa, así que tomamos un uber y nos fuimos a la playa JK, que es una
playa pública que queda como a unos 20 minutos del centro, todo allá es por
autopista, hasta para ir un par de cuadras tienes que meterte a una autopista y
luego salir por circunvalaciones, pero todo funciona perfecto, no era
recomendable arrendar autos porque las multas son muy caras y se pagan al
instante, solo una multa por exceso de velocidad puede llegar a los 5 millones
de pesos, por lo que entenderán se maneja muy bien allá, pero de todas maneras
los uber y taxis son baratos y cómodos.
Playita |
La playa un calor infernal, pero aguantable, igual el cuerpo
se acostumbra, y el concepto de refrescarse en el agüita no existe, ya que está
casi a la misma temperatura que el exterior, pero igual no podíamos dejar de
bañarnos en el Golfo Pérsico, pero luego en rato nos fuimos a una playa privada
o a un club de playa como se les llama en las típicas palmeras artificiales de
Dubái, para así poder acceder a una piscina que es bien necesario para
refrescarse de verdad, porque las temperaturas en la tarde pueden llegar a los
45 grados fácil.
Así pasamos la tarde para luego irnos a refrescar al hotel,
habíamos quedado en salir con una pareja de SDC, así que les dijimos que nos juntáramos
en el club Cavalli, si el mismo de Milán, pero que en Dubái se encuentra en el
hotel Fairmont, que era el club donde se debía ir ese día, pero la pareja
insistía en juntarse en el bar del Conrad, así que dijimos ellos sabrán, así
que luego de descansar del día de playa
nos fuimos al Conrad, donde nos juntamos con la pareja, un tipo un poco mayor
que yo de Nueva Delhi con su esposa gringa, allí comimos y bebimos algunos
tragos, y noté que a la señorita K le gustó el tipo, pero como que a mi no me
gustó la gringa, como que no iba con mi personalidad, tenía como pinta de
stripper, pero le di otra vuelta al asunto alomejor un vodka mas me haría
cambiar de opinión, así que propuse fuéramos al club Cavalli porque la verdad
estaba medio fome el Conrad, pero ellos querían ir a la habitación con nosotros
y la verdad no tenía ganas de tirarme a la gringa, así que le dije a la señora
K que le doliera la cabeza amablemente pero no me hizo caso, así que me tuvo
que doler la guata a mi para salir de la situación caballerosamente, así que tras
uno que otro berrinche de la señora K nos retiramos y nos fuimos al club
Cavallí donde terminamos la noche, tratamos de cazar algo allí pero ya era muy
tarde así que carretiamos Vanillamente en Cavallí para retomar los días
siguientes la búsqueda.
señora K en la teraza |
En Dubái hay muchos club y comercio que también se encuentra
en Milán esto es porque Dubái es la capital de la moda de Medio Oriente, recorrer
sus tiendas es encontrarse con lo último de la moda Europea y es por eso que
tiene mucha similitud al estilo de la ciudad Italiana.
Los días siguientes los pasábamos entre el mall y los clubs
de playas y el jueves reincidimos nuevamente con la pareja que habíamos estado
al comienzo, una reincidencia de aquellas necesarias como entenderán, y ese
encuentro fue esta vez en su casa, luego de pasar por unas copas al W, allí nos
dieron el contacto de unos amigos de ellos para que nos juntáramos el fin de
semana, ya que ellos debían viajar el viernes fuera de los EAU y como en
viernes en la noche era nuestro última noche de carrete en Dubái, nos vino de
perilla el dato.
El viernes durante el día fuimos abu dhabi, estuvimos
recorriendo el desierto, andando en camello y típicos quehaceres del medio
oriente, y pese al hecho de pasar un día bastante agitado, coordinamos la
última salida de la semana con los amigos de la pareja que contactamos por
tinder, quienes ya le habían hablado de nosotros y nos vendieron bastante bien,
así que quedamos de juntarnos en su departamento que quedaba en un condominio
cerca del centro.
Señora K en el desierto de Abu Dhabi |
De noche Dubái es muy llamativo, muchas luces letreros,
grande edificios iluminados, muy parecido a Las Vegas pero mas grande y mas
sofisticado, así que salir de noche, ya sea caminar por sus calles llenas de
gente o simplemente pasear en el taxi es un agrado y el calor pasa a segundo
plano, camino a la casa de la pareja nueva pasamos por muchos barrios muy
bonitos hasta llegar a su condominio, siendo recibidos por el chico, un tipo
muy alegre de Los Ángeles, con pinta de surfista y su pareja también muy piola
estilo playera, llevaban viviendo ya 3 años
y estaban por cumplir ya el tiempo que los habían mandado la empresa de
tecnología en que trabajaban a Dubái, nos decían que siempre hacían fiestas
swinger en su casa y en la de amigos y que esperábamos a otros amigos también
para una pequeña junta. Esa noche conocimos a 2 parejas mas, todas de fuera de Dubái,
la mayoría de las parejas salvo los anfitriones se habían conocido en Dubái, se
notaba que eran personas en constante búsqueda de amistades, por eso todos eran
muy amables, yo me entusiasme con la anfitriona inmediatamente, todo mi estilo, y la señorita K con un Español, pasamos una excelente
última noche de fiesta, volviendo de madrugada al hotel, donde aprovechamos de
tomar desayuno y luego nos retiramos al proceso de reanimación necesaria ya que
a las 5 de la tarde pasarían por nosotros para volar de vuelta a Chile.
despidiéndome de los EAU |
Para finalizar esta entrada, solo decir que Dubái no tiene
nada que envidiarle a otros destinos en cuanto a swinger se refiere. Frente a
una población mayormente extranjera las costumbre propias de los Emiratos Árabes
Unidos se ven esfumadas y estamos frente a una ciudad con la misma vida
nocturna y los mismas juntas swinger que podemos encontrar en otras grandes urbes, con algunas limitantes
propias de la legislación local, pero con una cantidad de gente joven en busca
de diversión constante, lo que hacen que el desarrollo del estilo de vida
swinger aumente considerablemente pese a las costumbres y tradiciones de los Emiratos.
No duden en ponerlo entre sus listas de lugares por visitar, yo habría estado
un día mas, eché de menos el sábado por la noche, pero uno nunca sabe, siempre
se puede regresar, tomando en cuenta que cuenta con vuelo directo desde
Santiago y el aeropuerto de Dubái es un centro de conectividad global sobre
todo con destinos de Asia.
Y esta fue casi la última escapada del 2018, en una próxima
entrada les contaremos la ultima arrancadita del año que hicimos a Rio.
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