Puede que comparado con otros destinos por los que hemos
andado, Milán no sea una ciudad precisamente linda como, no se, Paris, Praga, o Brujas, puede que no tenga una arquitectura especialmente atractiva como Barcelona ,
Roma, o Transilvania , que sus paisajes no sean de aquellos que la gente comúnmente retrata en
sus fotos donde el varón posiciona el brazo sobre los hombros de la dama y
atrás se ve algún monumento, lago o volcán y que después se sube a Facebook
para dejar de manifiesto su infinita felicidad y lo enamorado que se está; pues
no, no es de aquellas, pero la verdad es que si no fue mi destino favorito en
esta escapada, si se pelea los primeros lugares.
callecita de Milán camino a la última cena |
Lo cierto, es que uno no va a Milán a ver grandes
monumentos, museos o realizar recorridos históricos. A parte del Duomo, la
Última Cena y el Teatro La Scala, Milán es una ciudad para comprar, salir de
fiesta, ir a la ópera y lucir el puro
estilo italiano tan propio de la capital de la moda.
Nosotros ya estábamos al tanto de cómo era el estilo de los
Italianos puesto que solo algunos años atrás habíamos estado bastante tiempo en
Roma por estudios y nos tocó conocer bastante bien el diario vivir de los
Italianos, de lo cual en su momento ya escribimos en este blog (ver artículoanterior), sabíamos que eran muy muy estilosos, pero que a la vez eran alegres
y despreocupados y no dudarían en tomar una botella de vino sentados elegantemente
en la Plaza España haciendo la previa antes de ir a alguna de las mas fashion
discos de moda en Roma. Así las cosas, si Roma es estiloso, pues Milán lo es
algo mas, de hecho me atrevería a decir mas que París.
Duomo |
Con la señorita K llegamos un día martes provenientes de
Londres a la capital de la moda, dudábamos mucho donde alojarnos, queríamos
estar cerca de todo, pero como en toda ciudad grande eso es bastante difícil,
pero afortunadamente la elección fue bastante buena, sobre todo para la
señorita K, el Hotel Armani Milán quedaba exactamente ubicado en el cuadrado de
la moda, cerca de esas tiendas de moda, de aquellas en que ya solo con ver a un
señor don negro de dos metros ultra elegante en la entrada de la tienda te daba
miedo entrar, o mejor dicho vergüenza por no estar lo suficiente elegantemente
vestido, o simplemente porque no te bajas de un Bentley y el chofer te espera
mientras compras esa cartera indispensable para salir en la noche. Pero la
verdad es que uno se acostumbra a todo, y cosa de arreglarse un poquito por acá
y por allá para tratar de parecer menos turistas, o mejor dicho, menos viajero,
ya que obvio uno no se considera turista nunca, viajero tal vez, pero nunca nos
verán con bermudas y polera “I love NY” paseando por la calle.
Señor K y la última cena |
Ya habiendo descansado un rato dejamos el martes para ir a
ver la última cena, a la que hay que comprar los ticket con bastante
anticipación, la galería Brera con sus colecciones barrocas y renacentistas, y
por su puerto ir a la opera en la noche al Teatro La Scala, aquel donde Verdi
estrenaba sus operas a fines del XIX.
Respecto de la movida swinger, ya estábamos en la parte
final del viaje y como adelantaba en un capítulo anterior dejamos un poco de
lado a SDC porque lejos nos estaba resultando mucho mas Tinder, en cuando a
rango etario, decisión y apariencia de las parejas. Para los que todavía
fantasean con el tema terceras, en Milán es al revés que en Chile, son las terceras las que buscan
parejas con quienes hacer cosas, generalmente las parejas de Tinder buscan a
otras parejas en perjuicio de tercer@s.
Esperando que comience la ópera, Teatro La Scala |
Club hay varios, algunos en el centro y otros un poco mas
alejados en comparación a los club de otras ciudades europeas, pero UN POCO
alejados, hablamos de 15 a 20 minutos en uber, nada comparado con lo lejos que
quedan algunos club en Santiago por ejemplo.
Tomando en consideración los comentarios decidimos dejar el
día jueves para ir a Fashion Club, por lo que destinamos martes y miércoles
para buscar contactos y conocer un poco del carrete lado A de la ciudad,
dejando el fin de semana para las actividades B.
El hotel ultra recomendable, no solo para las chicas por
estar tan cerca del cuadrado de la moda, sino que también por ser ultra moderno,
toda la suite se controla a traves de ipad que están en la habitación y en el living:
cortinas, calefacción, televisión, música, servicios, todo se controla del
ipad, la cama es súper King, especial para recibir invitados, y lo mejor, el
domingo nos dejaron hacer el check out a las 4 de la tarde, lo que se agradece
para pasar mejor la caña antes de partir, y destacando también por supuesto que
en la planta baja está el famoso club Armani Privé abierto desde los miércoles
de cada semana y el Lounge Bar del último piso que está bastante de moda entre
los Milaneses.
en el elevador |
Una de las cosas que me gustó mucho de la ciudad, es el
estilo de salida de sus habitantes, mientras que en Londres, San Francisco o
Los Ángeles hay que salir temprano para alcanzar a carretiar antes que te
cierren los locales a las 3 o a las 2 am. respectivamente, acá hay que salir
temprano porque si no mas, o mejor dicho, para alcanzar a carretiar mas, pese a
que no hay límites de horarios establecidos claramente. Es así, que al igual
que en Roma, se parte tipo 19 horas con el famoso “aperitivo” que no es otra
cosa que una pre-previa, incluso antes de ir a cenar, donde la gente va a tomar
cocteles y de cortesía en los locales con cada trago te sirven un apetizer,
algo así como salir de tapas en España, pero con preparaciones un poco mas
sofisticadas. Entonces de repente te ves a las 7 de la tarde sentado en un bar
empezando a beber sin ni siquiera haber empezado la previa.
Para seguir las tradiciones locales, porque quienes somos
para ir en contra de tan sabias costumbres, empezamos a conocer la noche de
Milán, partiendo en el Lounge del Armani Hotel con el aperitivo de rigor tipo 7
de la tarde, por supuesto había que reservar, porque pese a ser día miércoles,
todo el mundo sale en Milán al aperitivo, así que luego de unas copas y el
aperitivo en el ondero bar del último piso del hotel, partimos a un Night Club
que habíamos reservado por recomendación de una pareja con la que saldríamos el
viernes, de nombre Just Cavalli, que es un night club muy topi topi de la
ciudad, de propiedad de la tienda de ropa del mismo nombre.
señorita K alistandose para salir |
Terminado el aperitivo pedimos nuestro uber, que por
supuesto, como en gran parte de Europa los Uber X son Mercedes Clase E, Lancia
o Audi, mientras que los uber Black son Mercedes clase S, Maserati o Lancias
mas grandes, y el chofer con un traje bien elegante nos llevó hasta el night
club elegido, nos dejó en la entrada y por su puesto se bajó a abrirnos la
puerta, hasta el chofer tenía el estilo correspondiente a la ciudad.
Habíamos reservado para la cena, ya que así es mas fácil
para entrar que llegar solo a la hora de la disco, sin perjuicio que el código
de vestimenta es igual de estricto con o sin reserva, pero afortunadamente nos habíamos hecho de algunas piltras lindas
para salir en Paris, así que con algo de armamento andábamos para la guerra.
Siempre con la mirada del lado b latente, en la cena no parábamos
de apreciar el resto de los concurrentes, yo creo que en ese lugar si llegaba
Tonka Tomicic, pasaría como del montón o menos, porque la cantidad de chic@s
guap@s en el lugar deba por pagado cuan alto precio saliera la cuenta de la
cena, que curiosamente salió menos de lo esperado.
Just Cavalli Club |
Como obviamente somos unos provincianos medios picantosos y
de mal gusto en un club de elite, de lo mas topi en Milán cuando pusieron
Reggetón la señorita K, ya con unos cocteles encima empezó a bailar “hasta
abajo” lo que atrajo las miradas entre extrañadas y de admiración por la forma
de bailar, tanto que incluso unos chicas, de esas que se ponen un traje de
payaso y les queda increíblemente bien se pusieron a bailar con ella
imitándole el pasito latino que trajimos al local, la cosa era simple o nos
echaban por flaytes, o nos admiraban por excéntricos, por suerte fue lo último.
Así nos hicimos de amiguitos con quienes seguir la fiesta, y cuando terminó los
invitamos a la última de la noche en nuestro hotel, pero como era medio lado A
el asunto no pasó mas allá que algunos agarrones y unos besos locos, pero para
nosotros era solo el comienzo y nunca fue el objetivo que de ese día tampoco,
pero si salía algo salía.
Nuestra incursión en el lado B fue desde el día jueves de
esa semana, dónde visitamos el Fashion Club Prive los días jueves y viernes, la primera vez fuimos solos, buscando el éxito, y la segunda con una pareja local que sin temor a equivocarme
ha sido unos de los mejores SW de la escapada.
Fashion Club es un club enorme, queda en Uber a unos 20
minutos del centro de Milán, tal vez un poco menos si se toma algo de velocidad
o algún atajo que luego descubrimos con la pareja de allá. Al llegar la primera
vez nos bajamos una cuadra antes y empezamos a buscar, en la calle, había una
entrada de un condominio y algunas industrias y shopping, buscábamos algún
citófono que tocar y entrar a algún sucucho o subterráneo, luego pasamos por
una especie de discotec estilo Las Urracas, con muchos autos afuera, porteros,
y gente muy estilosa entrando, seguimos nos dimos la vuelta a la manzana y no
lo encontrábamos, y volvimos a pasar por la discotec por último para
preguntarle a alguien y resulta que miramos hacia arriba donde estaban los
focos que alumbraban al cielo y un letrero exterior nos indicaba que estábamos
en Fashion Club, así que, cuan night club de moda, hicimos la velvet line tras
una entrada de muros de arbustos que permitía hacer la fila sin quedar expuesto
a la calle, que era donde se detenían los autos para que los valet parking los
estacionaran y la gente entrara inmediatamente al lugar donde se hacía la fila.
La entrada junto con la membresía el primer día nos salió
unos 120 Euros, entrada que bajaba a 50 Euros una vez que ya eras miembro, así
que el viernes, al día siguiente, solo pagamos los 50 Euros de la entrada.
Luego de ser recepcionados en las cajas de admisión firmamos los
consentimientos respectivos, yo ya ni se que he comprado vendido o a qué me he
obligado en los viajes a Europa con tanto contrato y consentimiento que te hacen firmar en los club swinger, pero
para variar unos dos o tres formularios había que firmar, el correspondiente
escaneo de tu documento de identidad y luego dejabas tus cosas en el Ropero o
Guardarropía como se dice acá (En todo caso el escaneo de tu documento de
identidad es un estándar en casi todos los club de Europa, por sus temas de
terrorismo y seguridad, incluso a veces en las discos masivas te registran mas
que en el aeropuerto para entrar).
Fashion Club Prive, foto no tomada por nosotros |
Yo ya acostumbrado a los clubes del viejo continente y USA,
junto con mis condones llevo mi candado, así evito pagar el costo que es estar
comprando en cada club un candado para los lockers, así que simplemente utilizo
el mío en el lockers que se me da la gana, salvo que el lockers sea electrónico
como en algunos club de Praga o AMS, pero es una buena práctica.
Al ingresar al club te encuentras con un primer ambiente
amplio, estilo Lounge, con muchos sillones, muchos de ellos de diseño, me
atrevería a decir que mas de alguna pieza era original. En ese lugar también
está la barra principal, que como en general se bebe poco allá era abierta, uno
pedía desde cervezas, energizantes hasta whisky o jägermeister. Este Lounge
daba el acceso a la discotec del primer piso que quedaba tras unas puertas, en
donde estaba dispuesta una pista de baile capaz de albergar a una gran cantidad
de personas, con un escenario, sin show obviamente, es Milán ok! Alrededor de
la pista habían dark rooms privados para tomar alguna copa en tranquilamente o
algo mas. Volviendo al lounge, estaba el acceso hasta el segundo piso, en donde
luego de subir estaba el bufette de comida, donde encontrabas aperitivos
salados y dulces y otro pequeño lounge esta vez con mesas mas altas estilo
resto por si daba hambre. Tras este Lounge habían unas cortinas que daban paso
a las salas temáticas, con celdas, piezas BDSM, los típicos glory hole y otros cuartos con sillas ginecológicas y
algunos artefactos que tal vez alguien aficionado al sado podría explicar mas
que yo. Luego venía una segunda barra
para refrescarse después de alguna actividad que hubiesen acontecido en aquellas
habitaciones y al lado de la barra estaba la escalera al tercer piso en donde
estaba el play room masivo, enorme, para muchas parejas, muy limpio y con todo
lo necesario para mantener relaciones múltiples sanamente, y a la vez habían
algunos pasillos laterales con play rooms mas pequeños para 4 o 6 parejas,
luego había otra escalera hacia la terraza pero hacía mucho frío así que no
salimos.
Fashion Club, escalera al tercer piso |
En ese lugar el día jueves estuvimos con dos parejas muy
jóvenes, afortunadamente la señorita K andaba con algunos brebajes energizantes
en el cuerpo y no empezó con que “pero es que tiene cara de niñito”, así que
todo fluyó normalmente y a aprovechar las guapetonas parejas que conocimos.
Diferente fue el día viernes en que concertamos con una
pareja previamente, estilo que si bien no es tan inesperado y audaz como un
encuentro casual en un play room, si te da mayor posibilidad de elegir personas
que son absolutamente de tu gusto, mientras que en el club es mas flexible el
rango de elegibilidad.
El día viernes luego del aperitivo de rigor partimos a
juntarnos con nuestra pareja de Tinder elegida al tradicional barrio bohemio de
Navigli, en un bolichito bien simpático nos juntamos con una pareja que nos
vino de perilla, ella 23 años, ultra mega guachona y él 38, tal como le gustan
a la señorita K, que maravilla dije yo, no podía estar mas feliz, sobre todo
cuando la chica nos dijo, miren les gané ya se me acabó el vodka, mi dios dije,
es de los nuestros y es tan bonita mas encima, bueno, del bolichito en Navigli
nos fuimos en el auto de ellos hasta un antro de música electrónica, donde
luego de un poco de show para entrar porque no estábamos en la lista finalmente
logramos el ingreso, pero la señorita K quería demostrar sus dotes de bailaóra!
Y sin un “reggeton lento, de esos que no se bailan hace tiempo”, no lo podía
hacer, así que insistía en que quería ir a Fashion Club nuevamente en que la
música era mas variada, así que se convencieron y nos fuimos a fashion club por
unos atajos mas rápidos, la cosa es que tardamos como 10 minutos en llegar
solamente.
En el hotel |
Curiosamente había menos gente que el jueves que estaba
repleto, y allí nos enteramos que el viernes la gente iba a otro club que
quedaba cerca de allí, pero en realidad no me podía importar menos, yo ya
estaba listo y dispuesto, allí las cosas fluyeron mas y nos fuimos a los play rooms
del tercer piso en donde permanecimos hasta que nos echaron por cierre, ambos
muy muy conformes con esa noche. Luego ya saliendo del lugar caminando hacia el
auto les preguntamos, mejor dicho yo les pregunté si querían salir el sábado,
ya que era absolutamente necesario repetir, pero lamentablemente tenían un
matrimonio, cosa que ya me habían dicho pero yo no me acordaba, obvio, eran
como las 6 am, maldición! Qué podía hacer, esto no podía terminar así como así
no mas a las 6 de la mañana como si nada, era impresentable, así que aunque la
señorita k ya estaba media cansada y arriesgando reto, empecé con mi
tradicional “after hour, after hour”, a lo que prendieron enseguida, la
señorita k me dijo: bueno pero pasemos por una redbull con pizza, así que a la
salida del club compramos unas redbull, pizzas y nos fuimos al hotel.
La habitación se lució, partimos en el living, pedimos algo
para beber, cerramos los black out y seguimos la fiesta hasta como las 9am. donde
ya estábamos muertos, así que como un caballero me vestí, los acompañé hasta el
auto en el ascensor con unos chinos que iban a un city tour, de esos con banderitas, dejándolos invitados a Chile todas las veces que quisieran, no a los chinos, obvio. Pensaba que
ese viernes había sido lo mejor del fin de semana, pero quedaba el sábado, pero
no les diré si fue mejor o peor porque me cansé de escribir, así que me lo
preguntan cuando nos veamos. Espero que les sirva y no dejen de visitar Milán
en sus escapadas.
Muy entretenido tu blog, sin duda nos será muy útil.
ResponderEliminarSaludos
Muy interesante!!
ResponderEliminarQueremos saber que paso el sábado!! Y ya puesto algún detalle más de la noche “23” jajaja
Cual es el local que hay que ir el viernes? Igual vamos a milan un viernes y me gustaria ir. Gracias
EliminarInteressante.. Soy una hotwife.
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